La ONU expresa su «grave preocupación» por la seguridad en el campamento de Al Hol tras doce asesinatos
Naciones Unidas ha expresado su «grave preocupación» por el deterioro de la situación de seguridad en el campamento de desplazados de Al Hol –ubicado en el noreste de Siria y que acoge a miles de familiares de presuntos miembros del grupo yihadista Estado Islámico– y ha indicado que durante las dos primeras semanas de enero han sido asesinadas doce personas en las instalaciones.
El coordinador humanitario de la ONU para Siria, Imran Riza, y el coordinador humanitario regional para la crisis en Sriai, Muhannad Hadi, han resaltado que estos «preocupantes acontecimientos» apuntan a «un clima de seguridad crecientemente insostenible» en Al Hol.
El campamento, en el que residen cerca de 62.000 personas, es el más grande para refugiados y desplazados internos en Siria, con un 80 por ciento de su población integrada por mujeres y niños, según los datos que maneja el organismo internacional.
Así, Riza y Hadi han hecho hincapié en que «el reciente aumento de la violencia entre la población en el campamento no sólo representa una trágica pérdida de vidas, sino que pone en peligro la capacidad de la ONU y los socios humanitarios para seguir entregando de forma segura ayuda humanitaria y servicios a los residentes».
«Naciones Unidas y sus socios humanitarios entregan un abanico de ayuda a Al Hol, incluida atención sanitaria primaria y de emergencia, alojamiento, productos no alimentarios, comida y productos de higiene, nutrición y protección», han recordado.
Por ello, han manifestado que «la seguridad y bienestar de las personas en Al Hol es de la mayor importancia», por lo que han pedido a todas las partes que «garanticen la protección de los residentes del campamento y de los trabajadores humanitarios».
Ambos han incidido además en la «necesidad urgente» de lograr «solucione duraderas para todas las personas que viven en el campamento» y han añadido que «dichas soluciones deben ser informadas, voluntarias y dignas».
Las autoridades kurdas sirias anunciaron a principios de octubre un plan para proceder a la liberación de decenas de miles de sirios, muchos de ellos familiares de miembros del grupo yihadista que se encuentran en el campamento de desplazados de Al Hol.
«Sólo las familias sirias que deseen abandonar Al Hol son libres de irse», dijo Elham Ahmad, presidenta del comité ejecutivo del Consejo Democrático Sirio (CDS). Así, recalcó que «las familias de los combatientes extranjeros y los sirios sobre los que pesan acusaciones graves permanecerán en el campamento».
El CDS y Administración Autónoma para el Norte y el Este de Siria (AANES) llevan años pidiendo ayuda para controlar la situación en el campamento de Al Hol y otros campamentos similares tras la caída del califato de Estado Islámico, tanto por motivos humanitarios como de seguridad.
La seguridad del campamento recae sobre las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), cuyo componente principal son las Unidades de Protección Popular (YPG), que han protestado en numerosas ocasiones por la falta de apoyo para hacer frente a esta situación, marcada por incidentes de seguridad, ataques e intentos de fuga durante los últimos meses.
Las FDS, apoyadas por la coalición internacional que lidera Estados Unidos, tomaron en marzo de 2019 la ciudad siria de Baghuz (este), lo que supuso la caída del califato territorial de Estado Islámico, que perdió así todas las zonas que controlaba en Siria e Irak, tras su derrota en este país en diciembre de 2017.