La ONU denuncia la existencia de al menos 13 fosas comunes en Darfur Occidental, en el oeste de Sudán
La Misión Integrada de Asistencia para la Transición de la ONU en Sudán (UNITAMS) ha anunciado haber recibido informes que demuestran la existencia de al menos trece fosas comunes en la ciudad sudanesa de El Geneina, capital del estado de Darfur Occidental.
La UNITAMS ha señalado que las fosas se encuentran tanto en El Geneina como en sus alrededores y que «son resultado de los ataques de las Fuerzas de Apoyo Rápido y las milicias árabes contra civiles, la mayoría de estos de la comunidad masalit».
El jefe de la UNITAMS, Volker Perthes, que ha presentado este miércoles al secretario general de la ONU, António Guterres, su renuncia al cargo tres meses después de que las autoridades sudanesas le declararan persona non grata , ha subrayado que la misión «está documentando estas violaciones y recuerda que estos actos, si se verifican, pueden constituir crímenes de guerra».
Perthes, en su discurso ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, ha indicado que los «actores internacionales y regionales necesitan coordinarse para influenciar a las partes a aceptar un alto al fuego que se mantenga en el tiempo». «Y lo más importante en este contexto, insto a los Estados miembros a detener el flujo de armas a Sudán y abstenerse de reabastecer a cualquiera de las partes», ha agregado.
«Cada parte está esperando todavía que la otra sea debilitada hasta rendirse. Esto es inútil. La guerra está destruyendo las vida de los hombres y mujeres sudaneses, violando derechos básicos y privándolos del futuro que merecen», ha aseverado.
Asimismo, ha sostenido que la ONU «nunca permanecerá neutral cuando se trata de la guerra y abusos de Derechos Humanos», remarcando que la organización está «del lado de los civiles, las mujeres, niños y poblaciones vulnerables que soportan la peor parte del conflicto».
Antes del estallido de los combates entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), Sudán estaba gobernado por una junta liderada por Al Burhan, y cuyo número dos era el cabecilla de las RSF, Mohamed Hamdan Dagalo, alias Hemedti . Las discrepancias entre ambos sobre la integración paramilitar en un futuro Ejército unificado –acuerdo previo a la formación de un nuevo gobierno de unidad liderado por civiles– acabaron degenerando en el conflicto que actualmente se vive en el país.