La ONU avisa del «alarmante» aumento de la violencia sexual en Somalia
Naciones Unidas ha avisado este jueves del «alarmante» aumento de un 80 por ciento de la violencia sexual en Somalia, de acuerdo a dos informes recientes elaborados por el secretario general, António Guterres.
Dos representantes especiales de la ONU han calificado como «atroces» los resultados de los informes de Guterres, que abordan la situación de los niños en los conflictos armados y la violencia sexual en los mismos.
En concreto, los informes documentan que en 2020 unos 400 civiles, principalmente niñas, han sido víctimas de violaciones y otras formas de violencia sexual en Somalia, lo que supone un aumento del 80 por ciento en comparación con los resultados de 2019. En 2021, la ONU ha verificado ya más de un centenar de casos de violencia sexual contra niñas, solo en el primer trimestre del año.
Los estudios relacionan la violencia sexual en el país con las condiciones de inseguridad imperantes y apuntan a la «tensiones políticas» en el período previo a las elecciones generales, a los enfrentamientos intercomunitarios por disputas de tierra y el aumento de la actividad de la organización terrorista Al Shabaab.
Precisamente, los casos de violencia sexual atribuidos a Al Shabaab «se han duplicado», según los informes, que aseveran que la organización sigue utilizando esta violencia y el matrimonio forzado para «dominar» las zonas bajo su control.
Las violaciones por parte de las milicias de los clanes se han triplicado también en el último ejercicio, relacionándose este incremento con la proliferación de armas, advierten los documentos.
Por otro lado, apuntan a que más del 15 por ciento de todos los casos de violencia sexual contra mujeres y niños verificados responsabilizan a las fuerzas de seguridad del Gobierno somalí.
Asimismo, señalan al efecto de la pandemia de COVID-19 en esta situación, ya que se suspendieron los servicios de seguridad y judiciales, así como el acceso a la educación, entre otros.
«Instamos a todas las partes del conflicto en Somalia a que cesen inmediatamente estas violaciones», han urgido al respecto de los informes la representante especial de Naciones Unidas para Niños y Conflictos Armados, Virginia Gamba, y la representante especial del secretario general de la ONU sobre la violencia sexual en el conflicto armado, Pramila Patten.
De este modo, han pedido tomar medidas concretas para prevenir esta violencia contra mujeres y niños, y han destacado la importancia del plan de acción de 2012 para poner fin al reclutamiento de menores como soldado, así como la hoja de ruta de 2019 que aborda mecanismos para la prevención de estos sucesos.
«Las autoridades somalíes deben enviar una señal fuerte y clara de esperanza a las sobrevivientes y de disuasión a los perpetradores y potenciales perpetradores», han añadido, para llamar al Gobierno a adoptar un nuevo plan de acción nacional para frenar la violencia sexual en el marco de los conflictos.
En este sentido, han criticado la «débil» legislación que «permite a los agresores salir libres» y «a las supervivientes recibir poco o ningún apoyo», por lo que han exigido que se «refuercen» las leyes para proteger los derechos de niños y mujeres.