La ONU alerta del «elevado riesgo» de violencia étnica si las RSF se hacen con El Fasher, en Sudán
Un alto cargo del Ejército acusa a Francia y EAU de estar tras una «conspiración» para dividir el país
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha denunciado casos de ejecuciones sumarias y violencia de género en el marco de la ofensiva de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) contra la ciudad sudanesa de El Fasher y ha alertado del «elevado riesgo» de violencia étnica en caso de que la ciudad caiga en manos del grupo.
«Durante las últimas dos semanas, la batalla por El Fasher se ha intensificado de forma significativa y hemos documentado un aumento de incidentes de civiles muertos como resultado de bombardeos y ataques aéreos tanto de la RSF como de las Fuerzas Armadas sudanesas», ha dicho, antes de recalcar que también hay informaciones sobre secuestros en la zona.
«La amarga experiencia del pasado nos indica que, si El Fasher cae, existe un alto riesgo de que las RSF y sus milicias aliadas cometan violaciones y abusos con tintes étnicos contra la población, incluidas ejecuciones sumarias y violencia sexual», ha señalado, tras las denuncias sobre este tipo de abusos en otras zonas de Darfur por parte de estos grupos.
La oficina de Turk ha indicado que los ataques contra instalaciones médicas han provocado además que los civiles hayan perdido el acceso a atención médica urgente y ha expresado su preocupación por la situación d elos residentes en los campamentos de desplazados de Abu Shuk, atacado por las RSF, y Zamzam.
«Las personas en estos campamentos están bajo un grave riesgo de ataques en venganza a partir de su identidad tribal, real o percibida, al ser de la smismas comunidades que líderes de movimientos armados alineados con las Fuerzas Armadas de Sudán», ha explicado Turk.
En este sentido, ha recordado que su oficina documentó patrones de ataques con motivaciones étnicas contra la comunidad masalit en zonas de Darfur una vez que la sRSF se hicieron con el control de las ciudad de El Geneina y Ardamata, en Darfur Occidental, en junio y noviembre de 2023.
Por otra parte, ha mostrado su preocupación por el repunte de las hostilidades en los alrededores de la capital, Jartum, y el estado de Sennar, situado en el sureste del país africano, en la frontera con Etiopía. «Los combates tienen que parar una vez. Es suficiente», ha sostenido.
«Además de sus obligaciones en virtud del Derecho Internacional Humanitario, las partes en este conflicto también deben cumplir los compromisos aceptados en la Declaración de Yedá de proteger a los civiles y participar de buena fe en los esfuerzos de mediación», ha recordado.
Por último, ha reclamado a la comunidad internacional, incluido el Consejo de Seguridad de la ONU, que adopte «medidas necesarias y efectivas» para «proteger a los civiles en Sudán, principalmente a los grupos que se encuentran en riesgo especial de violencia, así como garantizar el respeto del Derecho Internacional por parte de todas las partes (en conflicto)».
ACUSACIONES CONTRA FRANCIA Y EAU
Por otra parte, un alto cargo del Ejército de Sudán ha acusado a Francia y Emiratos Árabes Unidos (EAU) de intentar dividir Sudán para establecer en la región de Darfur y partes de Kordofán una zona en la que puedan asentarse grupos árabes de África occidental.
Yaser al Ata, número dos del Ejército y miembro del Consejo Sobernao de Transición, ha afirmado que «las conversaciones sobre el despliegue de fuerzas internacionales en Sudán son una conspiración internacional fomentada por EAU y algunos países occidentales, particularmente Francia, para crear una patria para árabes desplazados o dividir Sudán».
Asimismo, ha señalado en una entrevista concedida al portal de noticias Al Manbar que EAU está alimentando el conflicto a través de su ayuda militar a las RSF a través de Chad y República Centroafricana (RCA) y ha dicho que el presidente emiratí, Mohamed bin Zayed, busca controlar la costa del país africano.
En este sentido, Al Ata ha hecho hincapié en que las autoridades emiratíes están interesadas en controlar los terrenos agrícolas y el oro sudanés, mientras que ha apuntado que Francia cuenta con ambiciones respecto al uranio, sin que ninguno de estos países hayan respondido a las acusaciones, según ha recogido el portal de noticias Sudan Tribune.
Sudán se encuentra sumido en una guerra civil a raíz de las hostilidades que estallaron en abril de 2023 en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la integración de las RSF en el seno de las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo firmado en diciembre de 2022 para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 de Omar Hasán al Bashir, dañada por el golpe de Estado de octubre de 2021, en el que fue derrocado el entonces ministro de transición, Abdalá Hamdok.