La ONU alerta de que un millón y medio de niños podrían enfrentarse en octubre a desnutrición aguda en Somalia
Griffiths pide más financiación ante una «catástrofe humanitaria» sin precedentes ante las sequías que vive el país
El secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, ha advertido de que un millón y medio de niños en Somalia se enfrentarán a la desnutrición aguda en octubre ante una sequía en el país, la peor en cuatro décadas, que continuará.
Por ello, Griffiths ha precisado que es necesario tener «acceso inmediato» a las personas necesitadas, no solo a los refugiados internos. «Necesitamos ese acceso y debe ser seguro», ha dicho, agregando que, ante una «catástrofe humanitaria», es fundamental la financiación.
De esta forma, ha insistido en buscar «fuentes de nuevos ingresos» para proporcionar ayuda a aquellas personas que están en peligro, ya que «el reloj corre» y los recursos «pronto se acabarán», según un comunicado de Naciones Unidas.
Esta petición se produce después de que Griffiths haya viajado a la región, tras lo que ha concluido que, de seguir así, se producirán hambrunas en dos áreas de la región de la Bahía, distritos de Baidoa y Burhakaba, en el centro-sur de Somalia entre octubre y diciembre de este año.
«Estuve en Baidoa el sábado. Es el epicentro de la crisis humanitaria en Somalia. No es el único lugar con necesidades, pero es uno de ellos. En los campamentos de desplazados vimos hambre extrema. En el hospital de Baidoa tuvimos el privilegio poco envidiable de ver niños tan desnutridos que apenas podían hablar», ha explicado.
Así, Griffiths ha destacado que el acceso a los servicios más básicos en Baidoa es «limitado», mientras que una situación similar se vive en Banadir, no lejos de la capital de Somalia, Mogadiscio, donde los menores tienen dificultades para poder acceder a servicios médicos.
«Uno de los médicos me dijo que están viendo un aumento del 40-50 por ciento más (de los ingresos) que hace unas semanas. Ninguno de los niños que vi en el centro de estabilización del hospital de Banadir podía sonreír», ha narrado.
Por ello, Griffiths ha explicado que hay una oportunidad para intentar solventar la crisis en Somalia. «Pero el pánico no ayuda a quienes necesitan y merecen nuestra ayuda. No es una estrategia. Brindar más asistencia humanitaria sí lo es», ha zanjado.