El PP, Vox y Cs claman contra los acercamientos de etarras y el resto de grupos les recuerda que Aznar tiene el récord

El Gobierno y sus aliados exigen que se deje de usar políticamente a las víctimas con debates cargados de «odio» y «calumnias»

El PP, Vox y Ciudadanos han clamado en el Congreso contra los acercamientos de presos de ETA a cárceles del País Vasco o próximas que realiza cada semana el Gobierno de Pedro Sánchez y el resto de grupo parlamentarios les han recordado que el expresidente popular José María Aznar tiene el récord en esta materia y han censurado a los tres partidos por seguir utilizando a las víctimas de ETA en la batalla políticas.

El debate ha tenido lugar este martes en el Pleno del Congreso a raíz de una moción de Ciudadanos, que es consecuencia de la interpelación que este partido dirigió al ministro del ramo, Fernando Grande Marlaska.

Con esta iniciativa, que se votará el jueves, los de Inés Arrimadas pretenden que el Congreso «repruebe la política de acercamiento de presos etarras» y que el Gobierno aclare si esos traslados se llevan a cabo «a cambio de apoyos parlamentarios de Bildu». Así lo ha confirmado el diputado Pablo Cambronero durante la defensa de la misma.

Cambronero ha acusado al Gobierno de «despreciar» y «traicionar» a las víctimas de ETA con los cinco acercamientos de media de presos etarras que cada semana el Gobierno autoriza a distintas cárceles del País Vasco, unos traslados que, según ha denunciado, se han incrementado desde el pasado verano, tras la aprobación de los Presupuestos de 2021 con el apoyo, entre otros, de Bildu.

AIZPURUA, «EL ROSTRO DE LA MUERTE»

En este punto, ha pedido saber si existe un «pacto de la infamia» con Bildu, por el cual la coalición abertzale apoya las políticas del Gobierno a cambio de estos acercamientos semanales y el futuro traspaso de la competencia de Prisiones al País Vasco.

Desde Vox, la diputada Macarena Olona ha acusado al Gobierno de tener un pacto «con ETA», en alusión constante a Bildu, lo que ha llevado a la Presidencia del Congreso, que en ese momento ocupaba el socialista Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, a pedirle que tratara con «el adecuado respeto» a todos los grupos parlamentarios.

Pero Olona ha hecho caso omiso a la solicitud y ha seguido hablando de Bildu como ETA e incluso ha preguntado si cuando miran a la portavoz de ese partido en el Congreso, Mertxe Aizpurua, no ven en ella «el rostro de la muerte» y su intención, junto con la del resto de compañeros, de «blanquear» a la banda terrorista, conseguir la impunidad para sus presos a través de la amnistía y, posteriormente, un referéndum para el País Vasco.

EL PSOE «TRAGA CON TODO»

Jaime Mateu, diputado del PP y hermano e hijo de víctimas de ETA, ha lamentado que el PSOE «trague con todo» con tal que los «bilduetarras» apoyen sus iniciativas en el Congreso, lo cual considera una «amoralidad», sobre todo teniendo en cuenta que en las filas socialistas haya once asesinados por la organización terrorista.

Y ha acusado al Gobierno de «mentir» por seguir alegando que debe cumplir la legislación penitenciaria para justificar los acercamientos de presos etarras cuando, a su juicio, lo que hace es «pagar» por el respaldo de Bildu a sus políticas. A su juicio, más que apisonar las armas de ETA lo que debe hacer el Gobierno es hacer lo propio con sus pactos con Bildu y otras fuerzas «indignas».

En la misma línea, el diputado de Unión del Pueblo Navarro (UPN) Carlos García Adanero ha acusado al Gobierno de haber pasado «todas las líneas rojas» con Bildu y de restar «arrodillado ante ETA» y ha destacado que el acercamiento de los presos a cárceles vascas es el único de todos los pactos políticos que realmente está cumpliendo. «Es el pago lógico por el poder de Sánchez», ha resumido.

El portavoz de Interior del PSOE, David Serrada, ha defendido que el Gobierno de coalición no está cometiendo «ninguna ilegalidad» y que, de hecho, lo único que hace es aplicar la misma política penitenciaria que los Gobiernos del PP. Como otros portavoces, Serrada ha recalcado que fue bajo mandato de José María Aznar, en 1999, con ETA aún matando, cuando se batió el récord de acercamientos, con un total de 105.

A su juicio, en lo que no se puede equiparar a socialistas y populares es en que ellos son «leales», nunca cuestionaron la política penitenciaria del PP, ni utilizaron a las víctimas. También ha coincidido con otros intervinientes en recalcar que este debate «no está en la sociedad» y en lamentar que la derecha «siga necesitado a ETA para seguir viviendo políticamente». «Patriotismo de hojalata y dignidad de hojalata», ha apostillado.

En representación de Unidas Podemos, Pilar Garrido, ha recriminado a Ciudadanos que haya «montado un circo» con una moción de la que «no se beneficia nadie» porque «destila odio, venganza, ignorancia y no respeto por el Derecho». Aunque ha reconocido que aún quedan cosas por hacer respecto al reconocimiento a las víctimas y del daño que se les causó, ha destacado que la dispersión supone un incremento de la pena y un «castigo cruel e injusto a las familias» de los reclusos.

DEJEN DE USAR EL DOLOR DE LAS VÍCTIMAS

Mikel Legarda, del PNV, ha subrayado que los acercamientos no son un «beneficio penitenciarios concedido arbitrariamente» y ha recalcado que, una década después del fin de la banda, no hay razones para mantener la dispersión. «Tenemos que ser capaces de seguir caminando hacia el cierre definitivo del pasado y es necesaria la articulación de una nueva política penitenciaria acorde a la Constitución y la reinserción social de los penados», ha dicho.

Desde Bildu, Jon Iñarritu ha pedido el fin de la dispersión, ha acusado a Cs de hacer una moción plagada de «falsedades e incoherencias», que «invita al Gobierno a cometer un delito de prevaricación», y le ha recordado que, según Covite, fueron los gobiernos del PP los que más presos acercaron. También ha reprochado a Cs que haya incluido «calumnias» en su texto, a su juicio, para «ver si les hacen un hueco los partidos de derecha o extrema derecha» ahora que tienen tanto «lío» en el partido naranja.

En nombre de Compromís, Joan Baldoví, ha exigido a PP, Vos y Cs que dejen de «instrumentalizar el dolor de las víctimas en beneficio partidista de una vez por todas» y de utilizarlas «de forma obscena». «No podemos estar cada día hablando de ETA», ha dicho, recalcando a Vox que gobierna con un partido que también acercó etarras.

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