La OMS lanza la Iniciativa Mundial sobre Arbovirus para hacer frente a estas enfermedades y prevenir futuras pandemias

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado la Iniciativa Mundial sobre Arbovirus para hacer frente a los arbovirus emergentes y reemergentes con potencial epidémico y pandémico, y que se centra en la vigilancia del riesgo, la prevención de pandemias, la detección y la respuesta, y la creación de una coalición de socios.

Así, este programa representa un esfuerzo de colaboración entre el Programa Mundial de Emergencias Sanitarias, el Departamento de Control de Enfermedades Tropicales Desatendidas y el Departamento de Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos.

Se trata de una iniciativa integrada que creará una coalición de socios clave para reforzar la coordinación, la comunicación, la creación de capacidades, la investigación, la preparación y la respuesta necesarias para mitigar el creciente riesgo de epidemias debidas a estas enfermedades.

Los virus transmitidos por artrópodos (arbovirus), como el dengue, la fiebre amarilla, el chikungunya y el virus del Zika son amenazas actuales para la salud pública en las zonas tropicales y subtropicales, donde viven aproximadamente 3.900 millones de personas.

El dengue puede causar fiebre hemorrágica e incluso la muerte, al igual que la fiebre amarilla, que está presente hasta en 40 países. El chikungunya, aunque menos conocido, está presente en hasta 115 países y causa problemas de articulacionnes. Por otro lado, el Zika, cuya epidemia se detectó en 2016, produce problemas de microencefalia entre los recién nacidos. «Parar estas crisis es el objetivo», insisten desde la OMS, que recuerdan que solo hay vacuna para la fiebre amarilla, por lo que, para lo demás, «lo mejor es evitar picadura».

La frecuencia y la magnitud de los brotes de estos arbovirus, especialmente los transmitidos por los mosquitos Aedes, están aumentando en todo el mundo, impulsados por la convergencia de factores ecológicos, económicos y sociales.

La Iniciativa Mundial sobre Arbovirus es un plan de 6 puntos para apoyar las acciones en todos los niveles que limiten los riesgos de transmisión de estas enfermedades. El primer punto resalta la importancia de observar cuándo y dónde se necesitan acciones para poder prever las señales de una posible pandemia. El segundo punto consiste en reducir los riesgos a través de la detección temprana, la investigación y la respuesta a los brotes, incluyendo la vacunación rápida en zonas de riesgo.

El tercer punto resume la importancia de controlar las poblaciones de mosquitos aumentando la vigilancia en el medioambiente para reducir su difusión. La cuarta indicación insiste en la necesidad de prepararse para las futuras pandemias a través de una mayor coordinación global. La quinta, insta a acelerar la investigación, el desarrollo y el acceso a las vacunas, tratamientos, diagnóstico y el control sostenible de los mosquitos.

Finalmente, el sexto punto llama a reforzar las alianzas con países y organizaciones y otros actores para alentar el compromiso con esta iniciativa, impulsando el objetivo de crear comunidades más seguras y justas para todos, evitando futuras pandemias de arbovirus.

Al respecto de la iniciativa sobre arbovirus, el director ejecutivo del Programa de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Michael Ryan, ha recordado que «dar una respuesta efectiva significa ser rápido y ágil», tal y como se ha visto durante la pandemia de Covid-19.

«La pandemia y las emergencias de salud pública siguen humillándonos. Como sociedad, somos susceptibles a muchas amenazas a enfermedades infecciosas», ha sentenciado. Por ello, ha reiterado la importancia de reforzar la colaboración entre comunidades con el fin de frenar posibles epidemias.

Así, ha recordado que África y América siguen luchando contra brotes mortales de fiebre amarilla, aunque existe la vacuna, y que las transmisiones endémicas del dengue contribuyen a la morbilidad en los trópicos. «Además, la chikungunya sigue ampliado su huella geográfica y provocando artritis incapacitante. Estas enfermedades necesitan vigilancia y respuesta, investigación y desarrollo», ha reclamado.

«Es necesario reevaluar las herramientas y ver cómo se pueden utilizar para garantizar una respuesta eficiente», ha abundado Ryan, recordando que estos virus afectan a poblaciones poco equipadas. «La OMS sigue apoyando a los países vulnerables en respuestas frente a emergencias sanitarias. Apoyaremos estos planes y crearemos una coalición global de países y socios, guiándonos por expertos técnicos y haciendo frente a los riesgos», ha finalizado.

Por su parte, el subdirector general para Cobertura Sanitaria Universal y Enfermedades Transmisibles y No Transmisibles de la OMS, Minghui Ren, ha advertido de que «cuanto más aumentan las poblaciones humanas, más alarmante es la amenaza de los arbovirus». «Debemos abordar este reto para prevenir el impacto catastrófico que tendrían estas enfermedades en el sistema sanitario», ha advertido.

Al igual que Ryan, ha afirmado que la lección extraída de la Covid-19, a saber, la necesidad de cooperar como comunidad mundial, «es esencial para evitar futuras epidemias». También ha destacado el «orgullo» de que esta iniciativa represenea una colaboración entre diferentes departamentos de la OMS.

En este mismo sentido, la directora del Departamento de Enfermedades Pandémicas y Epidémicas de la OMS, Sylvie Briand, ha alertado de que «la siguiente pandemia quizá sea de un arbovirus». «El peligro no hace más que crecer, y la proliferación de mosquitos en zonas urbanas representa un riesgo», ha expresado.

RIESGO DE AMPLIFICACIÓN GEOGRÁFICA DE LOS ARBOVIRUS

«Muchos arbovirus circulan en el entorno silvestre, pero la interfaz entre humanos y animales se incrementa, lo que aumenta la posibilidad de nuevas zoonosis. Por eso, el riesgo de amplificación geográfica de los arbovirus es algo muy real», ha reiterado la experta. Así, para «estar preparados para el próximo evento», en referencia a una futura pandemia, ha pedido «colaboración, confianza y participación de las comunidades».

«La colaboración es fundamental. La naturaleza compleja de la transmisión de las enfermedades no solo pueden prevenirse desde el sector salud, pues requiere de una colaboración interdisciplinar, abarcando todos los planes del Gobierno y la sociedad», ha defendido. «A nivel mundial, son necesarias nuevas alianzas entre países e identidades. Por eso, esta iniciativa es esencial para establecer una alianza que garantice la acción colaborativa», ha continuado.

Por otro lado, para Briand, la confianza es «un elemento clave» para la respuesta a las pandemias, si bien ha advertido de que es «un recurso finito» porque, cuando se erosiona, es difícil restaurarlo. «La prevención no funcionará si no hay confianza en las comunidades y las autoridades en la implementación de respuestas, como ya hemos visto en la campaña de vacunación de la Covid-19», ha apostillado.

En cuanto a la participación comunitaria, ha recordado que las comunidades son «fundamentales» para responder a los brotes y, en estas enfermedades arbovirales, «tienen que servir para impulsar los esfuerzos de prevención». «Si las comunidades tienen la formación y las herramientas adecuadas para crear estrategias de prevención y control, podremos reducir el riesgo nuevas epidemias», ha reflexionado, para concluir que esta nueva iniciativa de la OMS de arbovirus «no se debe ver con el final del proceso, sino como el principio de una andadura».

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Un vuelo de Iberia aterrizará esta tarde en España con 136 refugiados ucranianos
Bruselas convoca el 9 de abril una conferencia de donantes para Ucrania junto a Canadá y Polonia

Bloqueador de anuncios detectado

Por favor, considere ayudarnos desactivando su bloqueador de anuncios