La OCDE pide a España «evaluar las repercusiones» de las subidas del SMI en jóvenes y empleados poco formados

Apuesta por un contrato único con una indemnización por despido creciente y pide mantener la prevalencia del convenio de empresa

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha pedido a España que evalúe las posibles consecuencias que ha tenido subir tan rápido el salario mínimo interprofesional (SMI) en el empleo, sobre todo entre los trabajadores jóvenes y los que tienen una peor cualificación.

«Es preciso evaluar las repercusiones que las rápidas y acusadas subidas del salario mínimo han tenido en el empleo, especialmente en el caso de los jóvenes y los trabajadores menos cualificados», ha pedido la OCDE en su informe Estudio Económico de España , publicado este jueves.

El club de países ha citado un informe de la AIReF de 2020 y ha indicado que la evaluación inicial, con «datos incompletos», sugiere que el efecto adverso sobre el empleo fue «bajo» en 2019, pero que estuvo concentrado en las mujeres, los jóvenes y las regiones con un menor nivel de ingresos per capita. En cualquier caso, la OCDE considera que es necesario realizar una «evaluación completa» de los efectos que han podido tener los incrementos del SMI tanto en el empleo como en la pobreza.

La OCDE considera que la evidencia comparada entre países demuestra que los incrementos «moderados y progresivos» del salario mínimo «tienden a tener un impacto limitado en el empleo» y pueden tener impactos «positivos» a largo plazo en la productividad, ya que fuerza a las empresas a mejorar sus procesos a crear productos de mayor valor añadido.

«Los impactos negativos en el empleo pueden ser mayores con subidas sustanciales y acusadas, especialmente para trabajadores poco cualificados», ha alertado la OCDE, que considera que cualquier incremento «debe ser gradual y estar en línea con las condiciones cambiantes del mercado laboral y la productividad».

De cara al futuro, el organismo liderado por Ángel Gurría ha sugerido a España crear una «comisión independiente permanente» que sea la encargada de evaluar los posibles efectos de subir el SMI y elaborar recomendaciones que permitan subirlo gradualmente en consonancia con el mercado y la productividad. La OCDE ha puesto de ejemplo a Alemania o Reino Unido como países que funcionan con este sistema.

REDUCIR LA TEMPORALIDAD Y CONTRATO ÚNICO

En lo que respecta al mercado laboral, la OCDE también ha emitido una alerta sobre la «utilización generalizada de contratos temporales», ya que eso incrementa la desigualdad y la pobreza laboral. El club de países considera que los incentivos a la contratación se deben dirigir a los grupos más vulnerables y estar «limitados» en el tiempo.

«El abanico de contratos a disposición de las empresas debe simplificarse y han de aclararse las condiciones en las que se puede recurrir a contratos temporales como, por ejemplo, para empleos estacionales o de formación», ha subrayado. De esta forma, para la OCDE, España debería considerar un contrato único en el que la indemnización por despido aumente a medida que aumenta la antigüedad del trabajador.

En todo caso, la OCDE considera que es «importante» asegurarse de rebajar el «abuso» de contratos temporales. Debido a esto, el organismo ha valorado positivamente que el Gobierno haya destinado más recursos a intensificar las inspecciones laborales. No obstante, también ha alertado de que el plan del Ejecutivo de regular la subcontratación debe tener en cuenta y combinar la flexibilidad de las empresas y la protección de los trabajadores.

Con respecto a los incentivos a la contratación, el club de países considera que son «efectivos» y cumplen sus objetivos en periodos de crisis, pero que sus efectos son «modestos y temporales», beneficiando en su mayoría a trabajadores medianamente cualificados. Además, aunque los contratos de formación ayudan a jóvenes con poca cualificación, su efecto es «pequeño» y su adopción por parte de las empresas es «relativamente bajo».

MANTENER LA PREVALENCIA DEL CONVENIO DE EMPRESA

En lo que respecta a la negociación colectiva, la OCDE ha valorado positivamente la flexibilidad laboral que se instauró tras la crisis de 2008, ya que ha facilitado una recuperación «rica en empleos» sin impacto «sustancial» en la pobreza, aunque ha reducido las horas trabajadas e incrementado el número de trabajadores pobres.

«La introducción de la prevalencia de convenios de empresa sobre los sectoriales o regionales y los descuelgues de dichos convenios han incrementado la adaptibilidad de salarios. En general, estos sistemas pueden incrementar la reasignación de trabajadores y el crecimiento de la productividad», ha insistido la OCDE, pidiendo al Gobierno que mantenga la flexibilidad porque las empresas la necesitarán tras la pandemia.

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