La Mutualidad de Empleados del Banco de España pierde un 94% de sus cotizantes desde 2013
La Mutualidad de Empleados del Banco de España ha perdido a más del 94% de sus cotizantes en ocho años, pasando de 433 socios cotizantes en 2013 a solo 25 en 2021.
Así lo reflejan los últimos informes sobre la situación financiera y de solvencia de la mutualidad, consultados por Europa Press, que también constatan una disminución del total de socios (en activo y jubilados) en 499 personas y del total de beneficiarios en 333 personas en este periodo.
La Mutualidad de Empleados del Banco de España fue creada por los estatutos del Banco de España en 1852, con carácter obligatorio para sus empleados. Su finalidad es el ejercicio de la previsión benéfico-social sin ánimo de lucro, otorgando prestaciones del ramo de vida, sobre todo pensiones (de jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y en favor de familiares), y también, en menor medida, subsidios por fallecimiento, nupcialidad, natalidad y orfandad.
Se trata de una entidad cerrada a las altas de nuevos socios desde el 1 de febrero de 1986. Las bajas se producen, únicamente, por fallecimiento, y los activos financieros disminuyen con el pago de las prestaciones, por lo que cada vez cuenta con menos socios y, de estos, el peso de los jubilados sobre el de los cotizantes es creciente.
Desde 2013, el primer año del que se tienen datos, el número de socios de la Mutualidad de Empleados del Banco de España ha caído un 21,6%, hasta 1.814 socios (499 menos en ocho años), de los cuales ya solo 25 son cotizantes, lo que representa una caída en el periodo del 94% o, lo que es lo mismo, de 408 personas. De su lado, el total de beneficiarios ha disminuido un 19,4%, en 333 personas, hasta el total de 1.381 beneficiarios.
Solo en el año 2021, el total de cotizantes se ha reducido en 13 personas, el total de socios ha caído en 50 personas y el total de beneficiarios ha disminuido en 55 personas.
LOS ACTIVOS SE REDUCEN UN 7,6% EN 2021
En cuanto a los resultados de 2021, la mutualidad consiguió unos ingresos de 94,3 millones (+26,07%), procedentes en su mayoría de las inversiones, mientras que las cuotas devengadas se situaron en 137.932 euros, lo que supone un descenso de más de 100.000 euros en el año, por la disminución del número de socios cotizantes con motivo de su prejubilación o jubilación.
En el lado de los gastos, pagó 85,13 millones, en línea con el año anterior, dado que el incremento por la revalorización anual del 2% de las pensiones pagadas se vio compensado por la disminución en el número de pensionistas y por la reducción en las pensiones de los socios prejubilados que se jubilaron durante el ejercicio.
El resultado del ejercicio fue positivo, de 641.145 euros (+78,18% en comparación con 2020), mientras que el total del activo descendió un 7,6% en el año, hasta situarse en 2.289 millones de euros.
Sus ratios de solvencia sobre el capital de solvencia obligatorio y sobre el capital mínimo obligatorio se situaron en 2,16% y 8,29%, respectivamente a 31 de diciembre de 2021, con unos excesos de fondos propios sobre las exigencias de capital de 187,93 millones y 308,25 millones de euros, respectivamente. La mutualidad considera que cumple con los requerimientos derivados de Solvencia II de manera «efectiva y continuada».
El informe sobre la situación financiera y de solvencia de la mutualidad también refleja que, como consecuencia de la adaptación contable a las nuevas tablas biométricas iniciada en 2021, las provisiones matemáticas contables se han incrementado en 21,33 millones de euros. La mutualidad ha dotado el 74% del déficit (15,78 millones de euros), por encima del mínimo exigido normativamente del 25%. El periodo voluntario de adaptación al que se ha acogido la mutualidad finalizará el 31 de diciembre de 2024.