La mitad de los diez solicitantes de asilo que alegan en Barajas ser saharauis perseguidos aceptan el desayuno
El Ministerio del Interior tiene constancia de que diez ciudadanos procedentes de Marruecos han comunicado en las últimas horas que se han puesto en huelga de hambre mientras están custodiados en la sala de asilo del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, aunque cinco han aceptado este lunes el desayuno.
Según explican a Europa Press fuentes del Ministerio del Interior, en la sala de asilo del aeropuerto madrileño hay en la actualidad 57 ciudadanos marroquíes, de los que diez habían comunicado su decisión de ponerse en huelga de hambre, aunque sólo cinco han rechazado la comida a primera hora del día.
Desde el Ministerio añaden que el personal sanitario sigue «permanentemente su situación, por si fuera necesaria asistencia específica, que no ha sido requerida hasta este momento».
PODEMOS: «NO SE QUIERE MOLESTAR A MARRUECOS»
Una delegación de Podemos ha visitado este el aeropuerto de Madrid-Barajas donde están los «saharauis retenidos», aunque sin poder acceder a la sala de asilo. La secretaria general de este partido, Ione Belarra, ha denunciado las «condiciones inhumanas» que padecen y ha dicho que sospecha que el Gobierno no acepta las peticiones de acogida para «no molestar» a Marruecos, al que ha definido como una dictadura.
En las últimas horas, la abogada del grupo en huelga, Fatma El Galia, ha denunciado que hay casi una treintena de saharauis que han pasado su primera noche en huelga de hambre en el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
Esta abogada ha afirmado que sus defendidos «alegan y prueban» que son «activistas saharauis perseguidos». «Algunos han estado en prisión y han sido torturados. Estamos ante hechos probados para solicitar protección internacional, porque corren peligro si vuelven a su país», ha asegurado, denunciando que hay personas retenidas desde hace varias semanas.
Los problemas derivados de los solicitantes de asilo que piden protección cuando hacen escala en Barajas provocó hace meses la intervención del Gobierno para evitar el colapso de las instalaciones ante la llegada de ciudadanos de diferentes países africanos, entre ellos Mauritania, Senegal, Kenia o Marruecos. En algunos casos, se han implantado visados de tránsito para evitar que se produzcan fraudes al hacer escala en Madrid.