El Gobierno se compromete a visibilizar los logros femeninos y romper los techos de cristal

Zuloaga cree que las listas cremallera son «absolutamente» necesarias para equiparar a hombres y mujeres en «puestos de salida»

El Gobierno de Cantabria se ha comprometido a hacer «todo el esfuerzo posible» para visibilizar los éxitos y logros femeninos, así como para afrontar la forma de romper la brecha de género y los techos de cristal en empresas e instituciones.

Así lo ha dicho este viernes el vicepresidente de la región, Pablo Zuloaga, en un desayuno organizado por la Asociación de Mujeres Empresarias de Cantabria (ADMEC) en el que ha participado junto a la directora general de Igualdad y Mujer, Consuelo Gutiérrez.

Zuloaga ha destacado que el Ejecutivo ha mejorado su tasa de representatividad femenina, algo que «no es fruto de la casualidad», sino de que se han dado «muchos pasos» en este sentido, como la implantación de las listas cremallera obligatorias, un elemento «absolutamente necesario», a su juicio, para equiparar a hombres y mujeres en «puestos de salida», pese a que al principio «eran banalizadas» por algunos, ha dicho.

En el encuentro, Zuloaga también ha hablado con las empresarias de la situación económica, que según ha dicho «parece que está cambiando», y ha señalado que la «inestabilidad» política en España, Europa y en todo el mundo «está afectando a Cantabria».

Al respecto, ha opinado que «hace falta que se resuelva la estabilidad del Gobierno» nacional, porque es «complicado» gobernar con uno en funciones, que «no tiene todas las herramientas necesarias».

El vicepresidente ha aprovechado el encuentro para presentar a las empresarias a la directora general de Igualdad, quien ha roto una lanza a favor de los movimientos feministas que, a su juicio, a veces son criticados porque «no se conocen muy bien» y porque «algunos sectores quieren hacer ver» que lo que pretenden es que las mujeres «tengan más derechos» que los hombres, cuando «en absoluto es así».

«GAFAS MORADAS»

Así, Gutiérrez ha instado a las mujeres a ponerse «las gafas moradas» para analizar algunas creencias y no sentirse «culpables» al cuestionarlas porque son fruto de la educación que han recibido, a veces inmersa en el «patriarcado». «Lo que era válido en el pasado ya no lo es, y por eso seguimos avanzando», ha sentenciado.

También ha mencionado algunos estudios que señalan que la clave de la felicidad está en las relaciones sociales «de calidad», por lo que ha apostado por trabajar en la línea de la conciliación para que las mujeres tengan tiempo libre para pasar junto a su familia y amigos.

En este sentido, ha añadido que «nuestro mayor déficit» es el uso del tiempo, ya que las mujeres tienen «tres agendas», las de trabajo, familia y ocio, y dejan esta tercera «la última». Por ello, al igual que Zuloaga, ha defendido las medidas de discriminación positiva que implantan las instituciones para «compensar» esas agendas, como la baja de paternidad obligatoria.

Además, Gutiérrez se ha referido al Instituto Europeo para la Igualdad de Género (IEGE), que mide aspectos relacionados con la salud, el trabajo, la adquisición de conocimientos, el poder y los usos del tiempo.

Según ha precisado, en salud España es uno de los países con mejor puntuación gracias a su sistema «igualitario y universal», mientras que en trabajo «sigue habiendo brecha» y segregación, como por ejemplo la presencia de las mujeres en el sector de cuidados.

No obstante, ha asegurado que España es «el país que más ha avanzado» en la UE y que «vamos bien como país, pero tenemos que seguir».

Por último, ha destacado que el liderazgo femenino tiene un componente «más emocional» y se ha posicionado como «gran defensora del feminismo de la diferencia», que apuesta por una igualdad hacia los valores femeninos en lugar de hacia los masculinos, y del «salario emocional», la retribución de cuestiones de carácter no económico.

Por su parte, la presidenta de ADMEC, Eva Cobo, ha agradecido el apoyo de las instituciones y la presencia del vicepresidente y la directora general de Igualdad, ya que son «los que tienen la llave» para lograr una igualdad «no solo teórica, sino real».