La medicina personalizada de precisión optimiza las opciones terapéuticas para los tumores hipofisiarios, según experto
El investigador Joan Gil ha afirmado que la medicina personalizada de precisión (MPP) permite adecuar las opciones terapéuticas para los pacientes con tumores hipofisiarios en función de su perfil, lo que asegura que optimiza las posibilidades de éxito y minimiza efectos secundarios innecesarios.
La MPP integra análisis genómicos y moleculares y, junto con datos de imagen y bioquímicos, permite identificar alteraciones específicas en los tumores, lo que contribuye a comprender mejor su biología. «Esto posibilita un tratamiento más dirigido ajustando las terapias en función del perfil del tumor y del paciente», ha manifestado Gil durante su ponencia en el Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) que se ha celebrado en Oviedo.
Así, el investigador ha destacado que la MPP ha tenido un gran impacto en el abordaje de los tumores hipofisarios, así como en los síndromes endocrinos relacionados, como la acromegalia y el síndrome de Cushing. Los tumores hipofisiarios son «crecimientos anormales» en la glándula pituitaria, que se encuentra en la base del cerebro y regula diversas funciones hormonales. Estos tumores pueden causar una producción excesiva o deficiente de hormonas, lo que provoca síndromes endocrinológicos como la acromegalia, por exceso de hormona del crecimiento, o el síndrome de Cushing, por exceso de cortisol. «Se estima que aproximadamente entre el 10 y el 15 por ciento de la población desarrollará un tumor hipofisario, aunque solo un número reducido presentará síntomas o requerirá tratamiento», ha indicado Gil.
En este sentido, el estudio Acrofast , en el que se ha comparado la aplicación de un enfoque personalizado para el abordaje de la acromegalia mediante biomarcadores predictivos con el tratamiento tradicional, «ha supuesto un hito en la aplicación de la medicina personalizada de precisión», según el experto.
Los resultados han evidenciado que el grupo de pacientes tratado de manera personalizada logró un control hormonal en un 78 por ciento de los casos en comparación con el 53 por ciento del grupo que recibió un tratamiento clásico. Además, los pacientes del primer grupo consiguieron tener un control hormonal en un período significativamente más corto, «lo que pone de manifiesto el potencial de la MPP para mejorar el abordaje de la acromegalia optimizando las opciones terapéuticas y reduciendo los tiempos de tratamiento», ha afirmado el investigador.
Los tumores hipofisiarios presentan una gran variabilidad biológica, ya que muchos parecen similares, pero su comportamiento clínico y su respuesta al tratamiento pueden diferir significativamente. Por ello, en palabras de Gil, es necesario un enfoque individualizado que actualmente no se está aplicando porque se opta por el método ensayo-error ofreciendo a todos los pacientes el mismo tratamiento.
No obstante, los expertos destacan que la falta de marcadores moleculares robustos y validados que permitan una estratificación precisa de los pacientes, junto con el manejo de los efectos secundarios de los tratamientos y la identificación de aquellos pacientes que puedan beneficiarse de la MPP, son algunos de los desafíos clínicos que actualmente tienen los profesionales sanitarios, así como la integración de datos moleculares en la práctica clínica diaria.