La ley de concordia de Vox en Extremadura cae por la «pinza» de PSOE y el PP
MÉRIDA, 30
La propuesta de ley de concordia de Vox no seguirá adelante con su tramitación en la Asamblea de Extremadura después de que haya prosperado la enmienda a la totalidad del PP, con la abstención del PSOE y Unidas por Extremadura.
La devolución de la propuesta, que incluía la derogación de la actual Ley de Memoria Histórica y Democrática de Extremadura de 2019, que solicitaban los populares , ha salido adelante después de que el propio PP votara en contra de sendas enmiendas a la totalidad de PSOE y Unidas por Extremadura, que se han votado con anterioridad en cumplimiento del orden de debate de las mismas.
El diputado popular Laureano León ha justificado el sentido de su voto alegando que no le gusta la «simplista» y «revisionista» propuesta de Vox, pero tampoco la actual ley socialista, a la que el PP votó en contra, si bien ha asegurado que el gobierno de María Guardiola desarrolla en cumplimiento de la legislación vigente.
«No nos gusta la Ley de Memoria Histórica, igual que no nos gusta la propuesta de Vox, pero la cumplimos», ha señalado León, por «respeto» a una norma en vigor, e incluso ha replicado a los socialistas que durante el mandato de María Guardiola han ejecutado más de lo que el anterior gobierno socialista hizo en la anterior legislatura.
A pesar de que desde el inicio Vox daba por perdida la votación, calificando como un «ejercicio espiritual» que el resto del parlamento comprendiera «lo infame de la Ley de Memoria Histórica y Democrática», el diputado Álvaro Sánchez Ocaña-Vara, no ha escatimado en reproches al resto de grupos, principalmente a la «nueva izquierda», como en varias ocasiones se ha dirigido al PP.
También a su presidenta, María Guardiola, ausente del pleno por motivos personales, a la que incluso ha calificado como «socialista», y a la que ha recordado que aceptó introducir la derogación de la Ley de memoria histórica en el pacto de gobierno tras las elecciones de 2023.
Asimismo, le ha recriminado que no planteen un texto alternativo ni a la actual ley ni a la propuesta de Vox, y que además argumenten falta de consenso para acordar el texto para derogar la norma vigente cuando tienen «en el cajón» la propuesta de ley desde el pasado mes de mayo.
«La ley de concordia de Vox no va a salir adelante por la pinza del Partido Popular y del Partido Socialista», vaticinaba el propio Sánchez Ocaña-Vara tras escuchar sus respectivas exposiciones.
El debate se ha desarrollado con varias interrupciones a los intervinientes por parte de los diputados del resto de fuerzas políticas. El punto de mayor tensión se ha vivido entre el presidente del Grupo Parlamentario Vox, Ángel Pelayo Gordillo, y la portavoz de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, quien ha dicho que los diputados de la formación de extrema derecha son «indignos» de estar en el parlamento cuando les ha afeado compartir la propuesta de Donald Trump de crear «campos de concentración» para inmigrantes.
El líder de Vox ha pedido la palabra por alusiones para solicitar la retirada del calificativo del diario de sesiones, a lo que la vicepresidenta de la Asamblea, Lara Garlito, que en ese momento dirigía el debate, ha señalado que se estudiaría al término de la sesión.
EL «ROJERÍO» Y LA «NUEVA IZQUIERDA»
En defensa de su propuesta de ley, Sánchez Ocaña-Vara ha subrayado que las leyes de memoria dejan un «balance de división, desacuerdo y enfrentamiento», pues esta legislación establece una «verdad única» que genera una «inmensa confrontación» porque se basan en la «falsificación histórica, en la imposición de un relato ficticio, relegando al olvido gran parte de una realidad histórica vivida por tantos otros».
Su propósito, ha alegado, no es otro que «acabar con la misma España como nación», ha asegurado, porque la historia sirve para legitimarse y también como «cortina de humo frente a las corruptelas políticas del bipartidismo». «¿Quién iba a decirnos que hoy, 50 años después de la muerte de Franco, iba a estar más vivo que nunca?», se ha preguntado.
Por el contrario, Vox dice «sí a la tolerancia, al respeto y a la libertad para desterrar el revisionismo rencoroso y derrotero», en definitiva, a una concordia «entendida como armonía, consenso, fraternidad o paz» tanto para «el rojerío clásico y extremo» como para «la nueva izquierda».
«Para todos», ha remachado, pues pretende «el reconocimiento de quienes padecieron persecución o violencia por motivos ideológicos, religiosos o sociales desde el año 31 hasta el año 1978» con independencia, ha remarcado, de su condición ideológica, religiosa o social.
EL PSOE, CONTRA LA «AMNESIA» DE VOX
Por su parte, el socialista José María Vergeles ha señalado que la propuesta de Vox pretende «una amnesia en una parte importante de la sociedad española», motivo por el que les ha animado a retirarla porque «atenta contra los derechos humanos», es «frentista» y «revisionista».
Para Vergeles, esta «amnesia» que pretende Vox con esta «ridícula» propuesta de ley beneficia a «unos pocos que siguen defendiendo una patria de cartón-piedra» que sacan rédito del «enfrentamiento entre españoles».
Asimismo, ha señalado que con este ejercicio de «minusvalorar la memoria histórica y democrática», lo que pretenden no solo quieren eliminar la actual ley, sino que quieren «derogar la dignidad», acabando asimismo con el «reconocimiento especial» a las mujeres, a los represaliados por su orientación sexual o los bebés robados.
«PROPAGANDA DE LA IMPUNIDAD»
En la misma línea, la diputada de Unidas por Extremadura, Nerea Fernández, ha señalado la propuesta de ley pretende servir de «justificación política al golpe de Estado del 36» desde el «olvido público» de los hechos sucedidos en la guerra civil y la dictadura.
«Es pura propaganda de la impunidad, de la mentira y del olvido», ha reprochado Fernández, quien ha reconocido que le «alegra» la intervención del diputado de Vox porque «demuestra que efectivamente son herederos del franquismo», así como le ha afeado que no haya en el texto ni una sola mención a Extremadura.
En este sentido, ha recordado la «matanza» de Badajoz en la Plaza de Toros que fue posteriormente derribada, ha dicho, precisamente porque entonces no había una ley como la actual que la hubiera preservado como lugar para la memoria; así como se ha referido a los campos de concentración en Castuera y Montijo.
NI UNA, NI LA OTRA
Finalmente, León ha argumentado la enmienda del PP pidiendo la devolución de la propuesta de Vox desde la «convicción», porque, ha insistido, no les gusta, como tampoco comparten la actual ley aprobada por los socialistas, a quienes ha reprochado que les acusaran de dar el visto bueno a su derogación, cuando en realidad se daba cumplimiendo al reglamento de la cámara permitiendo su tramitación.
Igualmente ha negado que su enmienda sea una «cesión» a los socialistas para pactar los presupuestos, como así han defendido desde la bancada de Vox.
«Ni nos gusta la propuesta presentada por Vox, ni nos gusta la Ley de Memoria Histórica» vigente porque ambas «han pretendido reescribir la historia» y no tienen en cuenta «el dolor de todas las víctimas».
Al respecto, ha defendido «una ley de concordia diferente», elaborada «desde el consenso», en la que se reivindique «la reconciliación frente a la ira y al rencor, la verdad frente a la mentira, el espíritu de la transición, del pacto constitucional, el reencuentro frente al resentimiento».
Según ha dicho, la única «pinza» es «la causa común de tratar de derrotar al Gobierno de Extremadura», pero ha advertido que la Junta seguirá «cumpliendo la ley en todos sus extremos».
«Pueden tener los extremeños la garantía de que vamos a cumplir la ley, aunque no compartamos muchas cosas», ha señalado León, que ha añadido que el Ejecutivo de María Guardiola seguirá «avanzando» en el Plan Regional de Memoria Histórica de Extremadura.