La Ley Audiovisual, la cuestión del Sáhara o la reforma fiscal elevan las brechas entre PSOE y UP en el Congreso

La Ley Audiovisual, la cuestión del Sáhara, la reforma fiscal y la creación de una empresa pública de energía concentran las principales brechas entre PSOE y Unidas Podemos en las votaciones en el Congreso, que se han intensificado en los últimos meses.

El pasado jueves se produjo por primera vez la división de voto en la coalición a la hora de pronunciarse sobre un proyecto de ley emanado del propio Consejo de Ministros, dado que el socio minoritario optó por la abstención mientras los socialistas votaron a favor.

Y es que hasta ese momento las discrepancias se limitaban a iniciativas parlamentarias de menor calado, como proposiciones no de ley (PNL) o propuestas de admisión a trámite de propuestas legislativas de los grupos.

Varios ministros del ala socialista, se afanaron este viernes en minimizar la ruptura de la unidad de voto, hablaron de relación engrasada en el Ejecutivo y que lo ocurrido en la Ley Audiovisual fue una excepción que no provoca desconfianza. Incluso el presidente, Pedro Sánchez, elogió al gobierno de coalición.

Eso sí, la titular de Hacienda, María Jesús Montero, recordó a Unidas Podemos que son el socio minoritario mientras que fuentes del ala mayoritaria del Ejecutivo fueron más críticas, al no entender la actitud de sus compañeros del Gobierno y resaltar que no les interesa continuar esta senda.

Por su parte, desde el espacio confederal afirman que la coalición no corre peligro y que actuaron con responsabilidad al decantarse por la abstención, pero defienden que no podían apoyar una iniciativa que vulnera el consenso inicial sobre la normativa, usando además el ardid de unas supuestas enmiendas técnicas para favorecer al «duopolio» televisivo frente a productoras independientes.

De esta forma, fuentes de esta formación alegan que «no puede valer todo», tanto en el trámite como en buscar también la abstención del PP, y enfatizan que los socios de la mayoría plurinacional votaron en contra, lo que debería llevar al PSOE a tomar nota porque el bloque de investidura aporta estabilidad y sentido progresista a la legislatura.

Por otro lado, el presidente del grupo parlamentario en el Congreso, Jaume Asens, ha solicitado la reunión de la mesa de seguimiento del acuerdo de coalición para «limar las asperezas» que hayan podido surgir y que se debe elevar la interlocución entre las dos partes del Ejecutivo.

Todo ello en un contexto en el que el Ejecutivo ha sacado varias leyes y medidas con un margen ajustado en la Cámara Baja, como ya ocurrió con la reforma laboral, el decreto anticrisis o salvar las enmiendas a la totalidad de la Ley de Seguridad Nacional.

LA DIVISIÓN AUMENTÓ A PRINCIPIOS DE AÑO

Durante los últimos meses, PSOE y Unidas Podemos han mostrado divergencias a la hora de votar otras iniciativas, como el rechazo de los socialista a la proposición de ley de vivienda que propusieron los colectivos sociales, que sí apoyaron los morados aunque retiraron su firma de la iniciativa.

También hubo discrepancia con la propuesta de reforma fiscal, en forma de PNL, que impulsó Unidas Podemos y otros socios de investidura y suscitó el rechazo de los socialistas, que votaron en contra junto a PP, Vox y Ciudadanos.

En abril el Pleno aprobó la iniciativa de Podemos, ERC y Bildu en favor de un referéndum pactado sobre al Sáhara Occidental, pese a que el PSOE se desmarcó de su socio de coalición y sus aliados votando en contra. Y el jueves los socialistas volvieron a quedarse solo al defender la posición del presidente mientras que el espacio confederal respaldó una iniciativa del PP que censuraba el giro del presidente.

En otro plano, los socios también han votado distinto en la Mesa del Congreso a la petición de comisión de investigación sobre irregularidades del rey emérito Juan Carlos I, dado que los morados han impulsado esta solicitud que el PSOE ha rechazado en diversas ocasiones.

También hubo separación de voto en el dictamen de la comisión sobre el accidente JK5022 de Spanair, cuyas conclusiones fueron respaldadas por Podemos aunque el PSOE optó por emitir su voto particular. En el caso de la comisión Kitchen también hubo riesgo de voto separado pero al final llegaron al límite del registro a un punto en común.

AVISO CON LOS INTERINOS

Otra brecha menor se produjo con la convalidación a finales de julio del año pasado en el Congreso para el decreto ley de estabilización de interinos, cuando en una apurada negociación el Ministerio de Hacienda logró el apoyo del grupo confederal, aunque la diputada Rosa Medel votó en contra en conciencia y la ausencia de su compañero Roberto Uriarte en esa sesión generó un empate que obligó a repetir la votación.

En esa segunda votación la diputada de Unidas Podemos decidió ausentarse para facilitar la aprobación de la normativa, aunque luego en septiembre los socios volvieron a votar distinto sobre esta materia en una moción de Coalición Canaria. Sin embargo, luego lograron en septiembre un pacto para el proyecto de ley para la reducción de la temporalidad en el empleo público.

También en el mes de febrero se produjeron varias discrepancias de voto, tanto en lo relativo a las iniciativas para la reforma fiscal como a la creación de una empresa pública de energía, que impulsaron los morados y que los socialistas decidieron tumbar.

PSOE y Unidas Podemos volvieron a votar distinto también en una proposición no de ley de Más País para prohibir la publicidad de vehículos contaminantes y en una moción de Foro Asturias para apoyar a la industria electrointensiva. Es más, llegaron incluso a ser derrotados en una iniciativa de ERC.

Otro punto de disonancia fue el formato para investigar los abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia, dado que los morados primaron una comisión de investigación en el Congreso y los socialistas se decantaron por ceñirla al ámbito del Defensor del Pueblo.

Finalmente hubo acuerdo in extremis con Unidas Podemos y otros socios de investidura, que avalaron la vía del Defensor del Pueblo aunque defendieron que se lograban garantías para crear una «auténtica comisión de la verdad» que obligara a cooperar a la Iglesia.

REUNIÓN EN FEBRERO PARA BUSCAR COORDINACIÓN

Estas brechas en el conjunto de la coalición motivó que los respectivos portavoces de PSOE y Unidas Podemos en el Congreso, Héctor Gómez y Pablo Echenique mantuvieran un encuentro en febrero para tratar de fortalecer las relaciones entre ambas formaciones e intentar «consolidar la coordinación».

Al inicio del la legislatura los socios mantenían encuentros de coordinación, conocidos popularmente como maitines , que se extendieron hasta el primer trimestre del año pasado, aunque luego se paralizaron por otro tipo de contactos no tan pautados.

De todas formas, fuentes de la coalición recalcan que los contactos son frecuentes a distintos niveles, tanto parlamentario como entre ministerios, y que el presidente, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, despachan habitualmente.

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