La Justicia española rechaza suspender la deportación a Irán de un activista kurdo en Barcelona
Pidió la suspensión cautelar tras ver rechazada su petición de asilo
BARCELONA, 14
La Audiencia Nacional (AN) ha rechazado la petición de medidas cautelarísimas para suspender la deportación a Irán de un activista kurdo, su mujer embarazada y su hijo menor de edad desde el Aeropuerto de Barcelona.
Lo han explicado fuentes policiales consultadas por Europa Press y también el despacho Arrels Advocades, que defiende al activista y ha detallado en un tuit que «el tribunal alega que, a pesar de su conversión al cristianismo y la discriminación que sufren los kurdos en Irán, su situación no es suficientemente seria como para hablar de un daño grave».
El activista y su familia pidieron asilo al llegar a Barcelona, una petición que fue rechazada, tras lo cual su abogado, Jordi Naya, ha presentado este jueves de madrugada la petición de medidas cautelarísimas para intentar evitar la deportación.
El activista y su familia iban a ser deportados en un vuelo este jueves a las 9.30, pero la deportación se ha aplazado tras el escrito del abogado y para dar tiempo a la respuesta del tribunal.
PETICIÓN DE ASILO
Fuentes policiales consultadas por Europa Press han remarcado que la Oficina de Asilo y Refugio del Ministerio del Interior examinó dos veces la petición de la familia, y las citadas fuentes han dicho que el activista «ha incurrido en contradicciones por los cambios de versión, primero aludía a que en Irán estaba perseguido por una condena y luego dijo que era por motivos religiosos, al ser cristiano».
Arrels Advocades ha explicado que el activista es militante del Partido Democrático del Kurdistán Iraní, y que la Agencia de la ONU para los Refugiados en España ha emitido un informe «favorable» a la admisión a trámite de la solicitud de asilo.
Este mismo jueves la presidenta del Parlament, Anna Erra, ha enviado una carta al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para «que reconsidere» y deje sin efecto la deportación atendiendo a la situación familiar y personal del activista y la de Irán, la cual tacha de vulneración sistemática de derechos humanos, libertades civiles y derechos políticos.
Erra ha añadido que hay «dudas más que razonables de la suerte que pueden correr» si finalmente son deportados, y ha añadido que el activista está amenazado por su religión cristiana evangelista y por su participación en marchas y manifestaciones del movimiento Mujer, vida y libertad .