La junta militar de Níger autoriza a Burkina Faso y Malí a intervenir «en caso de agresión»
El general nigerino Abdourahmane Tchiani, antiguo jefe de la Guardia Presidencial y ahora líder del país tras el golpe de Estado, ha autorizado a las autoridades de Burkina Faso y Malí, ambos países gobernados por juntas militares, a intervenir militarmente en su territorio en «caso de agresión».
Según reza un comunicado conjunto, los tres países han acordado «otorgarse mutuamente facilidades de asistencia mutua en materia de defensa y seguridad en caso de agresión o ataque terrorista», en referencia a las amenazas de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) por la negativa de los golpistas de una salida dialogada a la crisis.
En este sentido, han decidido establecer un marco de consulta que les permita coordinar sus acciones para «hacer frente a las múltiples situaciones y desafíos a los que están expuestos», situación que han «abierto a los países que deseen participar en esta dinámica».
Los jefes del Estado Mayor de los países de la CEDEAO comunicaron la semana pasada que habían decidido el «día D» para la intervención militar en Níger, aunque subrayaban su esperanza depositada en una salida dialogada: «Estamos listos para empezar. No habrá más reuniones de los jefes de Estado (…) Queremos liberar a Níger de los militares en el poder», indicó el comisionado de Asuntos Políticos de la organización, Abdel Fatau Musah.
La asonada, originada el 25 de julio después de que un grupo de militares nigerinos dieran un golpe de Estado y secuestraran al presidente del país, Mohamed Bazoum, ha azuzado nuevamente las preocupaciones sobre la inestabilidad política en Níger, un país que se ha visto sacudido por otros cuatro –ahora cinco– golpes de Estado desde que obtuviera en 1960 la independencia de Francia, así como varios intentos frustrados, el último de ellos en 2021, días antes de que Bazoum asumiera el cargo.