La inteligencia artificial mejora la calidad asistencial de pacientes oncohematológicos
La inteligencia artificial permite mejorar la calidad asistencial de pacientes oncohematológicos, según han asegurado expertos durante el curso de formación Data IA School: Inteligencia Artificial aplicada a la práctica clínica Oncohematológica , organizado por GSK, Verne Academy, Microsoft y la Universidad de Santiago de Compostela (USC).
«Con este curso pretendemos acercar los conceptos básicos de la inteligencia artificial a los profesionales sanitarios. El objetivo es facilitarles una visión completa y transversal de las posibilidades de la inteligencia artificial, y que puedan mejorar sus procesos médicos identificando patologías y su tratamiento de una forma más sencilla y automatizada», ha dicho el director de Verne Academy, Javier Torrenteras.
Se trata, prosigue, de reducir las barreras técnicas que suelen aparecer cuando el personal no tecnológico quiere empezar a utilizar una nueva tecnología, como la inteligencia artificial, y facilitar la creación de equipos multidisciplinares donde la visión informática pueda mezclarse «más fácilmente» con la visión sanitaria.
«La inteligencia artificial, desarrollada de manera responsable y asegurando los más altos estándares éticos en materia de seguridad, privacidad, equidad, inclusión y transparencia, puede tener un inmenso potencial para transformar el sector de la salud. Acercar estas tecnologías y aumentar su conocimiento entre los profesionales clínicos y farmacéuticos ayudará a acelerar esta transformación y mejorar la sociedad», ha añadido el director de Sanidad y Regiones en Microsoft, Fernando Valiño.
Un estudio dirigido por la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN) estimaba en cerca de 26.000 el número de nuevos casos de cánceres hematológicos en España en 2021. Las neoplasias hematológicas (linfomas, leucemias y mielomas, principalmente) combinan períodos de remisión con otros de recaída, y no siempre responden adecuadamente a los tratamientos convencionales de quimioterapia.
Como en muchos otros ámbitos de la salud, también aquí la inteligencia artificial puede ayudar a potenciar la búsqueda de diagnósticos más precisos y tratamientos personalizados, con fármacos menos tóxicos y más eficaces, capaces de mejorar los resultados del tratamiento y aumentar la calidad de vida de los y las pacientes.
Además, el análisis de datos clínicos y genómicos de miles de pacientes está permitiendo la obtención de biomarcadores que contribuyen a predecir con mayor precisión el riesgo existente de padecer estos tipos de cáncer y/o enfermedades hematológicas.
«La inteligencia artificial está abriendo nuevas y prometedoras vías en el tratamiento de las neoplasias hematológicas y tumores sólidos, que a su vez contribuirán a avanzar en el mejor abordaje y consecución de mejores resultados en salud en otros tipos de cáncer», ha recalcado el director de Acceso al Mercado de GSK, Sergio Ostalé.
Respecto al curso, ha asegurado que además de contribuir a la formación continua del personal sanitario y favorecer la generación de un espacio de trabajo multidisciplinar, en el que convergen medicina y nuevas tecnologías, este curso es una muestra del compromiso de GSK por mejorar la calidad de vida de los y las pacientes que conviven con estas enfermedades uniendo ciencia, tecnología y talento.
El curso va a contar con la colaboración y expertise de Verne Academy, partner de formación de Microsoft, y se van a organizar en 12 sesiones, en las que se alternarán las clases online en directo, las prácticas a distancia y la presencialidad para la presentación de los proyectos finales.
«La aplicación de la inteligencia artificial en el ámbito de la salud es creciente. Su uso en el análisis de imagen médica o en el diseño de nuevos fármacos, por poner solo dos ejemplos, está dando resultados espectaculares, y esto no ha hecho más que empezar», ha recalcado el director académico del curso, Senén Barro.
Por eso, añade, es «muy importante» que los profesionales de la salud tengan los conocimientos y destrezas necesarios para utilizar las metodologías y tecnologías basadas en IA, ya que en poco tiempo serán tan comunes en el ámbito hospitalario como ver a una médico con el fonendoscopio al cuello.