La IA puede ayudar en el manejo de las enfermedades emergentes y las nuevas zoonosis, según un experto
El director del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), Cristóbal Belda, ha reconocido el cambio de paradigma que ha supuesto la irrupción de la inteligencia artificial (IA), que «podría ayudar en el manejo de las enfermedades emergentes y las nuevas zoonosis».
Con el objetivo de abordar los desafíos emergentes que plantea el uso de la IA en el sector salud, se ha celebrado la primera edición de Muy IA Trends Executive Update , en la que Belda ha destacado el papel de la IA en el cuidado de la salud a nivel global y en la práctica clínica diaria.
«Hay cinco grandes aspectos en los que la IA, sin duda, nos puede ayudar: la fragilidad y edades extremas; los determinantes sociales y culturales, es decir, el impacto en la forma de enfermar; el cambio climático, las enfermedades emergentes y las nuevas zoonosis; la gestión masiva de datos de salud, la edición génica y las terapias avanzadas, y, por supuesto, la sostenibilidad de los sistemas sanitarios».
Asimismo, Belda también ha desvelado cuál es el gran reto al que, en su opinión, surge con esta tecnología: la desinformación. «La diferencia entre lo verdadero y lo falso pone en peligro el derecho a la información», ha advertido el director del ISCIII.
Por su parte, el director del grupo de Innovación del Instituto de Investigación Sanitaria San Carlos (IdSSC), Julio Mayol, ha abordado cómo los pacientes se benefician de los resultados prácticos de la IA en el campo de las enfermedades y cuáles son sus expectativas sobre qué les puede aportar en el futuro cercano.
Así, ha celebrado que la IA generativa está revolucionando el acceso a la información en el sector sanitario al permitir que los pacientes obtengan directamente conocimientos biomédicos y de salud de manera rápida y personalizada, aunque ha lamentado que todavía no está validada la calidad del conocimiento compartido.
También ha lanzado la pregunta de si la IA requiere de una nueva reforma en la sanidad. «La capacidad de los sistemas de IA para interpretar y explicar datos médicos complejos va a impactar significativamente en la toma de decisiones, tanto para profesionales de la salud como para los pacientes, y este avance trae consigo desafíos éticos y prácticos, desde la privacidad de los datos, la exactitud del diagnóstico, y la necesidad de mantener una relación médico-paciente apropiada y basada en la confianza», ha señalado.
Benigno Rosón, subdirector general de Sistemas y Tecnología de la Información de la Consejería de Sanidad de la Xunta de Galicia, ha planteado cómo los operadores sanitarios (hospitales, aseguradoras, grandes consultoras) están incorporando la IA para mejorar la práctica clínica, los procesos, la accesibilidad y la gestión.
A través de su reciente aprobado plan, ha indicado que Galicia pone en marcha un conjunto importante de iniciativas e inversiones relacionadas con todo ello. «La IA y la gestión inteligente de los datos jugarán un papel muy importante en el desarrollo de la salud y transformación digital en todas las comunidades autónomas. En esta apuesta, Galicia incide también en una adecuada gobernanza y por ello ha creado el pasado mes de octubre el Consejo Técnico Asesor en Inteligencia Artificial y Espacio de Datos del Sistema Público de Salud de Galicia». Según ha explicado el subdirector, se trata de un órgano colegiado que se destinará al asesoramiento en el ámbito de la Conselleria, el Servicio Gallego de Salud y sus entes instrumentales, para el diseño y la propuesta de políticas y coordinación entre los distintos agentes que componen este ecosistema.
Como han coincidido todos los expertos de esta primera edición de Muy IA Trends , organizado Zinet Media, en colaboración con la universidad Rey Juan Carlos, en el mundo de la ciencia aplicada a la persona, la inteligencia artificial representa una revolución en el cuidado de la salud, con el poder de personalizar el tratamiento, predecir epidemias y liberar a los profesionales sanitarios de labores administrativas, mejorando así la calidad de vida de pacientes y proveedores por igual, aunque plantea grandes retos sobre la adaptación del sistema actual a las necesidades de la IA, el acceso y el volumen de datos necesarios y los límites éticos y de capacitación.
Todos ellos han puesto de relieve la importancia de esta inteligencia artificial, que está cobrando cada vez más protagonismo por ser una herramienta útil para apoyar la labor de los profesionales de la atención sanitaria en todas sus fases, también para la detección y diagnóstico precoz de enfermedades que se traduce en más y mejor calidad de vida.