La heparina inhibe la proteína clave para la entrada a las células del coronavirus, según un estudio
Un equipo internacional de investigadores dirigido por las Universidades de Liverpool y Keele (Reino Unido), en colaboración con Salud Pública de Reino Unido, ha descubierto que el fármaco anticoagulante heparina inhibe la proteína de espiga del virus del SARS-Cov2, reduciendo la capacidad del virus para adherirse a las células humanas e infectarlas.
La investigación, publicada en las revistas British Journal of Pharmacology y Thrombosis and Haemostasis , descubrió que la heparina interactúa con la proteína de espiga de la superficie del coronavirus (SARS-CoV2), desestabilizando su estructura e impidiendo que se acople al receptor ACE2 de las células humanas.
La modelización molecular mostró cómo la heparina puede adherirse a la superficie de la proteína de la espiga para conseguir estos efectos, y los estudios con el virus del SARS-CoV2 vivo realizados en el laboratorio demostraron que la heparina no fraccionada (pero no las heparinas de bajo peso molecular) podía inhibir la infectividad celular a dosis similares a las que se utilizan actualmente en el ámbito clínico como anticoagulante. Los datos apoyaron firmemente la prueba clínica de la heparina no fraccionada inhalada («nebulizada»), ya que las dosis que se sabe que llegan a los pulmones tendrían efectos antivirales muy fuertes.
«Se trata de una noticia emocionante, ya que la heparina podría reutilizarse rápidamente para ayudar a aliviar las infecciones de Covid-19, o posiblemente como tratamiento profiláctico para grupos de alto riesgo, como el personal médico o los trabajadores sanitarios. Los resultados también nos han llevado a investigar otros compuestos novedosos que imitan a la heparina y que podrían ser eficaces contra el SARS-CoV2», explica Jeremy Turnbull, del Departamento de Bioquímica y Biología de Sistemas de la Universidad de Liverpool.
«También sabemos que las heparinas inhiben una serie de otros virus, por lo que el estudio de estos fármacos podría proporcionar nuevas estrategias terapéuticas, y posiblemente una primera línea de defensa contra las amenazas virales emergentes en el futuro, por ejemplo, mientras se desarrollan las vacunas», añade Mark Skidmore, de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad de Keele.
«Se necesitan urgentemente nuevos tratamientos dirigidos al virus SARS-CoV2. La heparina, con su conocido perfil de seguridad clínica, es sin duda un candidato interesante para la reutilización contra el COVID-19», agrega Miles Carroll, del Servicio Nacional de Infecciones de Salud Pública de Inglaterra.