La Guardia Civil rescata a 41 personas en el puerto de Melilla ocultas en bateas entre restos de vidrios y cenizas
El Instituto Armado registra un incremento de auxilios en lo que va de año al localizar a 1.781 personas
La Guardia Civil ha rescatado en el puerto de Melilla a 41 personas ocultas en bateas, camiones, contenedores y vehículos articulados, previos a su embarque en los buques con el objetivo de introducirse de forma irregular en España, entre ellos una persona enterrada dentro de un saco que contenía cenizas volantes tóxicas y otras cuatro dentro de una batea con vidrios fracturados para reciclaje con numerosas aristas cortantes.
Según ha informado el Instituto Armado, en la mañana del pasado viernes se localizaron en un primer registro visual un total de 35 personas ocultas en distintos lugares. En el segundo registro, más exhaustivo y meticuloso, los agentes encontraron a cinco personas en lugares peligrosos.
Cuatro de ellos se habían ocultado en una batea que embarcaba llena de vidrios fracturados para el reciclaje en una travesía que tiene una duración de unas siete horas. Además, otra persona fue localizada dentro de un saco hermético de plástico, que contenía cenizas volantes procedentes de la incineradora, una materia tóxica.
PENSABAN QUE ESTABA MUERTO
El guardia civil que realizó el rescate observó la pierna inerte de una persona, solicitando la ayuda urgente de una ambulancia al pensar que había fallecido. Con todo, al ser desenterrada de entre las cenizas, recobró el conocimiento y pudo salvar su vida.
Desde el Instituto Arado han explicado que la incidencia en el puerto del Melilla ha aumentado con respeto al año pasado, puesto que se localizaron en la zona de seguridad del puerto a 11.669 personas. En lo que va de año, la Guardia Civil ha localizado un total de 1.781 personas en el interior de la zona de seguridad del puerto.
Esto se debe a que la forma para acceder a esta zona del puerto es amplia. Algunas personas logran acceder a nado y otras por distintos procedimientos terrestres, introduciéndose «a la carrera» en los bajos o en las zonas altas de los vehículos cuando aminoran la marcha, lo que se conoce como «risky». Por último, otras se localizan ya ocultas en los dobles fondos de bateas, vehículos y plataformas muy peligrosas.