La Fundación Enaire reflexiona en Gamazo sobre identidad o memoria con una muestra de Monserrat Soto
La artista exhibe en Santander un «atlas personal y visual», hecho de fotografías, vídeos, esculturas, banderas, libros… que abarcan el periodo 2004-2019
La Fundación Enaire ha inaugurado este jueves en su sede en las naves de Gamazo, en Santander, la exposición Del SER nómada al SER sin lugar , de Montserrat Soto, Premio Nacional de Fotografía 2019.
La muestra, que podrá verse hasta el 15 de junio, reflexiona sobre la identidad, la memoria y la influencia de espacio en el ser humano, a través de un «atlas personal y visual», hecho de fotografías, vídeos, esculturas, banderas, libros… que abarcan el periodo 2004-2019
En el acto inaugural de la cita han participado la delegada del Gobierno en Cantabria, Eugenia Gómez de Diego, y la directora gerente de la Fundación, Margarita Asuar, además de otras autoridades y representantes del ámbito cultural.
En su intervención, Gómez de Diego ha felicitado a Montserrat Soto por su trayectoria y por una exposición que «nos cartografía como seres humanos y nos ayuda a entendernos a través de la memoria y de los espacios en los que habitamos». Ha resaltado así que la muestra invita a reflexionar sobre el nomadismo del ser humano, la pertenencia y la adaptabilidad.
«Gracias, Montserrat, porque tu arte nos revela una nueva sensibilidad y nos ayuda a reinterpretar no solo nuestra visión del presente, sino también de nuestro futuro y pensamiento», ha señalado.
Además, la delegada ha reconocido la labor de la Fundación ENAIRE para la difusión cultural y la promoción de la fotografía como forma de expresión artística.
LA MUESTRA
Doom City. Del ser nómada al ser sin lugar es una exposición en la que Montserrat Soto, II Premio Trayectoria Fundación ENAIRE y Premio Nacional de Fotografía 2019, ha creado un atlas personal y visual, hecho de fotografías, vídeos, esculturas, banderas, libros… que comprende un periodo entre 2004 y 2019.
Durante este tiempo hemos experimentado grandes cambios en el mundo y, a través del proyecto, Soto trata de buscar mediante la imagen captada, la singularidad de los movimientos de diferentes sociedades que intentan perpetuarse a través de la astucia, el ingenio, la tolerancia, la inclusión o el rechazo.
En ellos, la artista intenta comprender al ser humano a través de sus formas resolutivas tanto individuales como colectivas. Para ello ha recorrido escenarios reales que van desde Damasco a Nueva York, pasando por Namibia, Túnez, Cuba, Sao Paulo, Caracas, Jerusalén, Mauritania, París, Madrid o Barcelona, entre otros.