La flota pesquera de Cantabria puede solicitar desde mañana las ayudas para paliar el sobrecoste del carburante
Dotadas con un millón de euros, van dirigidas a los armadores de barcos pesqueros con puerto base definitivo en alguno de los puertos cántabros
La flota pesquera de Cantabria puede solicitar desde mañana, jueves, las ayudas del Gobierno de Cantabria para paliar el incremento de los costes del carburante, que suman un millón de euros.
El Boletín Oficial de Cantabria (BOC) ha publicado este miércoles el decreto de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente por el que se regula la concesión directa de estas subvenciones.
Podrán ser beneficiarios de esta subvención los armadores de barcos pesqueros pertenecientes a la lista tercera del registro de matrícula de buques, siempre que se encuentren en situación de alta en el Censo de Flota Pesquera Operativa de la Secretaría General de Pesca Marítima y tengan puerto base definitivo en Cantabria, además de estar debidamente despachados por Capitanía Marítima entre el 1 de enero de 2022 y la fecha de presentación de la solicitud de ayuda.
Para calcular la cuantía de la subvención que corresponde a cada beneficiario se tendrán en cuenta los datos del Censo de Flota Pesquera Operativa de la Secretaría General de Pesca Marítima.
En función de dicho censo, se sumarán todos los kilovatios de potencia de los motores de todos los barcos pesqueros solicitantes de ayuda, dividiéndose el importe total de la convocatoria entre la suma total de kilovatios obtenida, resultando así un importe por kilovatio.
La cantidad que corresponderá a cada beneficiario será el resultado de multiplicar el importe por kilovatio obtenido anteriormente por el número de kilovatios de su barco, respetando los límites de cuantía establecidos por la normativa de mínimis, ha detallado el Ejecutivo regional.
El plazo de presentación de solicitudes será de 15 días a contar desde mañana.
El consejero del ramo, el regionalista Guillermo Blanco, ha puesto en valor el «esfuerzo» realizado por su departamento para ayudar al sector con esta medida extraordinaria que, según ha dicho, «pretende socorrer a la flota pesquera de Cantabria para intentar paliar, en la medida de lo posible, los costes adicionales sufridos por el aumento del precio del combustible y tratar de asegurar, en las actuales circunstancias de dificultades de mercado, el mantenimiento de su actividad pesquera y de su competitividad».
«En este contexto de aumento de los costes de producción, a partir de un nivel ya excepcionalmente alto, es preciso prestar especial atención a corto plazo a la flota pesquera que se enfrenta a un aumento de los precios muy alto», ha explicado el consejero, quien ha considerado necesario asegurar que la actividad pesquera, cuya viabilidad depende en medida del éxito de las costeras de primavera, como la anchoa o el verdel, pueda desarrollarse durante el primer semestre del año, al suponer esta época el 60 o incluso el 70% de los ingresos de la flota en un año.
Ha reconocido que el sector pesquero, y en concreto, los barcos de pesca, se han visto «afectados negativamente por la pandemia, en primer lugar, y, más recientemente, por el incremento de los costes del carburante debido a la situación en Ucrania, generando una situación extraordinariamente grave, que amenaza la viabilidad económica de dicha flota y su propia supervivencia».
«El fuerte incremento del precio de los insumos derivado de la crisis de suministros que padece actualmente la economía mundial condiciona de modo importante la rentabilidad de la flota pesquera de Cantabria», ha lamentado Blanco, quien ha apuntado, además, que la subida de precios del gasóleo «está repercutiendo negativamente en la rentabilidad, suponiendo un riesgo para su continuidad», a lo que hay que sumar, ha dicho, el gasto en gasóleo, «que está suponiendo un alto porcentaje de los costes de explotación de un barco pesquero y no puede compensar con un mayor precio del pescado vendido».
Tal y como ha recordado, la flota pesquera de Cantabria es uno de los sectores con mayor ratio de consumo de carburante, ya que pueden llegar a requerir más de 400 toneladas de gasoil al año, en el caso de los arrastreros, que faenan en las aguas más profundas, entre 100 y 200 toneladas los buques cerqueros, dedicados a la captura de especies como la caballa, la anchoa o el bonito, y en torno a las 10 o 15 toneladas la flota de artes fijas de la región, dedicada a la pesca en caladeros más cercanos a la costa, responsables de la captura de merluza, rape o pescado diario para la venta en fresco.
Por ello, ha advertido que «un barco no puede trabajar sin ser rentable» y los precios del carburante «actualmente están poniendo en duda la viabilidad de estas empresas». «Debemos dar respuestas rápidas para que puedan salir a faenar sin esa incertidumbre», ha dicho.
Finalmente, ha explicado que estas ayudas se han planteado con un procedimiento de concesión «sencillo» en su gestión y pago con el objetivo de evitar cargas administrativas adicionales y facilitar una rápida gestión de la ayuda, utilizando la información obrante en el Servicio de Actividades Pesqueras de la Consejería.