La Fiscalía sostiene que los padres del joven que mató a cuatro compañeros en Míchigan ignoraron «las señales»
Los padres de Ethan Crumbley, el joven de quince años acusado de matar a cuatro compañeros de su escuela de Míchigan a finales de noviembre, ignoraron «las señales de advertencia» y no actuaron a pesar de conocer algunos de las «perturbadores» preferencia de su hijo, como torturar animales o ver vídeos de extrema violencia, según ha ahondado la Fiscalía del condado de Oakland.
James y Jennifer Crumbley fueron acusados de homicidio involuntario por no intervenir a tiempo antes de que su hijo la emprendiera a tiros contra sus compañeros del Oxford High School, en Míchigan, a pesar de que eran conscientes de los problemas que arrastraba el muchacho,
«Estos padres podrían haber hecho algo», señala el informe de la oficina de la fiscal del condado de Oakland, Karen D. McDonald, en el que se detallan algunas de estas «señales advertencias», como cuando el joven fue visto en la escuela «viendo vídeos violentos sobre tiroteos», o cuando se descubrió en uno de los aseos del centro uno de los animales que había torturado.
«La señal más clara de todas», cuenta el informe, se produjo días antes del ataque, cuando los padres fueron alertados de algunos comportamientos inquietantes y potencialmente peligrosos de su hijo, como cuando un profesor le sorprendió consultado información sobre municiones en su teléfono, o dibujando imágenes violentas.
«Los acusados no llevaron a cabo siquiera la acción más simple con la que se hubiera evitado la masacre. Todo lo que tenían que hacer era decir en la escuela que recientemente compraron un arma para su hijo, preguntarle dónde estaba ese arma, abrir su mochila o simplemente llevarle a casa», explica la Fiscalía.
«En lugar de prestar atención a su hijo y conseguir ayuda, le compraron un arma», dice el expediente, en el que se cuestiona la actitud de unos padres más «concentrados en sí mismos» y en el cuidado de sus caballos que en los problemas de su hijo.
Por su parte, los Crumbley, quienes se han declarado inocentes, han estado estas semanas buscando sin éxito que se rebajara la fianza de 500.000 dólares que pesa sobre cada uno de ellos a 100.000 dólares, tras se detenidos el pasado 4 de diciembre en Detroit.
Ethan Crumbley ha sido acusado como adulto de varios cargos, entre ellos cuatro de asesinato en primer grado, uno de terrorismo, siete de asalto con intención de matar y doce de posesión de un arma de fuego para cometer un delito.
Está acusado de las muertes de sus compañeros del centro, Justin Shilling, de 17 años; Hana St. Juliana, de 14; Madisyn Baldwin, de 17; y Tate Myre, de 16. Otras siete personas, entre ellas un profesor, resultaron gravemente heridas.