La Fiscalía de Perú entrega los restos de 35 víctimas de terrorismo a sus familiares
La Fiscalía de Perú ha informado este lunes de que los restos de 35 víctimas de la guerra con el terrorismo en el país en los años ochenta han sido entregados a los familiares en una ceremonia pública de «restitución digna» realizada en el distrito de Oronccoy, en el centro del país.
Los restos de estas 35 personas asesinadas por el Ejército han sido entregadas a los familiares casi 40 años después, tal y como ha explicado la propia Fiscalía en un comunicado.
La actividad ha contado con la participación del coordinador nacional de la Fiscalía Superior Penal Nacional y las fiscalías penales Supraprovinciales especializadas en Derechos Humanos, interculturalidad y delitos de terrorismo, Daniel Alberto Jara Espinoza; así como de los fiscales adjuntos Alex Osejo Puchuri –responsable del caso– y Khrista Tanta Gutiérrez.
Respecto a este caso, se conoce que –a finales de 1984 e inicios de 1985– la población de Oronccoy, por obligación de la Organización Terrorista Sendero Luminoso, se encontraba viviendo a escondidas, ya que se habían convertido en objetivos por las fuerzas del orden, según ha informado la Fiscalía peruana en un comunicado.
Entre 1983 y 1984, Demetrio Ccaicuri Calle, Antonio Taype García, Serapio Orihuela Rocha y Eusebio Orihuela Díaz fueron asesinados a balazos por los militares de Mollebamba en las localidades de Oronccoy, Mollepata, Chachaspata, Ccanccahua y Ccatun; en tanto que Roel Huamán Carrasco –de un año de edad– que se escondía junto a su madre Griselda Carrasco Montalvo también falleció.
En 1984, Alberta Huamán Casa fue asesinado por efectivos de las Fuerzas Armadas de la base militar de Mollebamba, en el departamento de La Libertad.
En febrero de 1985, efectivos de la base militar del distrito de Mollebamba guiados por los hermanos Walter Díaz y Lucho Orihuela, incursionaron en la retirada de Estacayocc, atacando con granadas y disparos de armas de fuego la casa donde pernoctaba esta masa cautiva. Posteriormente, los militares cerraron la puerta de la vivienda en cuyo interior se encontraban, al menos, 48 personas y le prendieron fuego, asesinando a un número indeterminado de varones y mujeres, entre niños, jóvenes y ancianos.
Esta entrega de los restos óseos se ha realizado tras la ardua labor científica de ubicación e identificación realizada por los especialistas del Equipo Forense Especializado (EFE) y de la Unidad de Biología Molecular y Genética del Ministerio Público.