La Fiscalía de Malí acusa al exprimer ministro Boubou Cissé de complot contra el nuevo Gobierno
La Fiscalía de Malí ha abierto una investigación judicial contra el antiguo primer ministro Boubou Cissé, a quien se acusa junto con otras cinco personas ya detenidas, de un complot contra el nuevo Gobierno creado a raíz del golpe de Estado militar del pasado 18 de agosto en el país africano.
Cissé, quien precisamente fue apartado del cargo durante el golpe contra el entonces presidente Ibrahim Boubacar Keita y permaneció detenido durante un tiempo por los militares, se encuentra en paradero desconocido, según el comunicado publicado por la Fiscalía a última hora del jueves.
En él, se indica que se ha abierto la investigación judicial contra los seis sospechosos «por complot contra el Gobierno, asociación de malhechores, ofensa contra la persona del jefe de Estado y complicidad en estos hechos».
En este sentido, el juez encargado del caso ya ha decretado prisión provisional para Mahamadou Koné, Vital Robert Diop, Souleymane Kansaye, Aguibou Macky Tall y Youssouf Mohamed Bathily, quienes fueron detenidos el pasado 21 de diciembre.
El fiscal ha explicado que la investigación es resultado de las denuncias formuladas por los servicios de seguridad tras «indicios graves de hechos que hacen presumir la existencia de una empresa criminal».
Así, hace mención a «contactos sospechosos» entre los investigados, desplazamientos al interior del país para reunirse con «ciertas personalidades» y «acciones de sabotaje de ciertas iniciativas de las autoridades de transición».
También está implicado en el caso Sékou Touré, secretario general de la Presidencia, quien aunque fue detenido junto al resto de sospechosos fue puesto en libertad posteriormente. Según aclara la Fiscalía en su comunicado, dado que es magistrado y su cargo tiene rango de ministro, todo lo relativo a su implicación ha sido trasladado al Tribunal Supremo.
Tras producirse los arrestos, el propio Cissé se desvinculó públicamente de ellos. Así, sostuvo que era «un intento odioso» de desacreditarle. «No estoy vinculado, de forma directa, indirecta ni de ninguna otra forma, a ningún proyecto de desestabilización de las instituciones de mi país y desafío a que se presenten pruebas en contra de esto», dijo, antes de «garantizar» su «lealtad» a las autoridades de transición y «disposición a servir a los intereses de Malí».
Las autoridades de transición surgieron tras un acuerdo sobre una hoja de ruta de cara a la celebración de elecciones en el país africano tras la asonada del 18 de agosto contra Keita, que tuvo lugar después de meses de movilizaciones contra su Gobierno.
En el marco de este proceso, Bah Ndaw fue nombrado como presidente de transición el 21 de septiembre por parte de la junta militar, mientras que Moctar Ouane fue nombrado primer ministro, tras lo que se desveló un Ejecutivo de transición con militares en las principales carteras.