La Fiscalía de Colombia investigará el viaje en un avión del Ejército del supuesto narco Ñeñe Hernández

La Fiscalía de Colombia ha nombrado este martes a cuatro fiscales para que investiguen si existió irregularidades al permitir que el fallecido ganadero y supuesto narcotraficante Guillermo Ñeñe Hernández utilizara un avión del Ejército como medio de transporte.

La apertura de esta investigación se produce días después de que se haya abierto otra indagación acerca de su posible participación en una trama de fraude electoral que salpicaría al ahora inquilino de Casa Nariño, Iván Duque, y al antiguo presidente Álvaro Uribe.

La publicación de una serie de fotografías en las redes sociales ha provocado que el Ejército haya tenido que salir a reconocer que el ganadero, investigado también por su supuesta implicación en el asesinato del hijo de un empresario local, viajó en marzo de 2019 en uno de sus aviones para dirigirse a Valledupar desde Aguachica, ciudades del departamento de César, en el norte de Colombia.

El propio Ejército ha confirmado a través de un comunicado que durante ese vuelo viajaba en la aeronave el por entonces comandante de la Quinta Brigada, el general Óscar Rey, quien habría recibido una «petición personal» de Ñeñe Hernández para ser trasladado a la «reunión de seguridad» que los mandos militares habían organizado con ganaderos y comerciantes, y en la que él también participaría.

Por su parte, el exministro de Defensa Guillermo Botero ha negado esta semana que hubiera recibido «ninguna solicitud» o hubiera celebrado cualquier reunión con Hernández y ha insistido en que el avión que aparece en las fotografías no estaba «al servicio del traslado oficial del Ministerio» del que fue titular entre 2018 y 2019.

Ahora, la Fiscalía deberá decidir si los mandos militares incurrieron en algún tipo de delito y, en caso de que fuera así, se podrían enfrentar a penas que van desde la inhabilitación y la expulsión a multas millonarias, tal y como ha informado el periódico colombiano El Espectador .

La nueva polémica en torno a Ñeñe se ha producido días después de que la Fiscalía iniciara un seguimiento de las pesquisas acerca de los otros casos en los que habría estado implicado, como la compra de votos en el norte de Colombia para lograr la victoria de Duque en las elecciones generales de 2018, y en el asesinato de Óscar Eduardo Rodríguez, hijo del empresario Carlos Rodríguez, quien, según algunos medios, le debía dinero a Hernández.

Durante las pesquisas se interceptó una conversación en la que Hernández y otra persona, quien supuestamente podría ser la recién dimitida asesora de Uribe en el Senado María Claudia Daza, hablaban acerca de las gestiones que debían hacer durante la segunda vuelta electoral que enfrentaba a Duque y el candidato socialdemócrata Gustavo Petro.

«Nos tenemos que poner las pilas, hay que buscar plata para pasar bajo la mesa y soltarla en los departamentos», afirmó Ñeñe Hernández, quien lamentó no disponer esta vez del dinero «que se robaron de Vargas Lleras», en referencia al que fuera vicepresidente Germán Vargas Lleras durante parte del mandato de Juan Manuel Santos.

Uno de esos departamentos sería el de La Guajira, en las costas del mar Caribe, tal y como Ñeñe aseguraba en los audios al nombrar a «Iván» y a «Uribe» como responsables de haberle enviado a las ciudades de Manaure, Uribía, Riohacha y Maicao para «ganar» en esa región.

No es la primera vez que salen a luz supuestos amaños en la región Caribe para lograr que Duque saliera vencedor. El pasado mes de febrero la excongresista conservadora Aída Merlano, detenida en Venezuela tras haberse fugado de la Justicia colombiana, denunció desde Caracas que ella había formado parte de un plan gestado por influyentes familias del país, los Gerlein y los Char, para lograr la victoria del jefe del Estado colombiano, a quien acusó de estar detrás de los planes de asesinarla por toda la información de la que dispone acerca de este asunto.