La Federación Europea de Banca (EBF) considera «injustificados» los nuevos impuestos al sector
La Federación Europea de Banca (EBF) considera que las decisiones de algunos países europeos, como España, de imponer nuevos impuestos al sector bancario son «injustificadas» y «discriminatorias», además de no servir para hacer frente al impacto de la inflación, mientras que pueden suponer un lastre a la capacidad del sector de financiar la economía.
«Las iniciativas que surgen en algunos países europeos destinadas a imponer impuestos ad hoc a los bancos son injustificadas, discriminatorias y, lo que es más importante, no logran abordar la crisis del coste de vida», señala la EBF en un comunicado.
Además, advierte de que las directrices de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) sobre la originación de préstamos indican que las entidades bancarias deben considerar y reflejar en el precio de los préstamos, «todos los costes relevantes», incluidos los impuestos, por lo que serán los consumidores quienes finalmente cargarán con el peso de tales medidas.
La Federación recuerda que en anteriores ocasiones y ante iniciativas similares, el propio Banco Central Europeo (BCE) ha advertido de que los impuestos al sector bancario por razones presupuestarias pueden imponer cargas indebidas sobre los bancos por lo que deben considerarse cuidadosamente ante el riesgo de afectar adversamente a la capacidad de recuperación del sector y de financiar la actividad económica.
En este sentido, defiende que los bancos financian alrededor de dos tercios de la economía europea, al tiempo que han aumentado significativamente su solidez durante la última década, lo que les ha permitido jugar un papel estabilizador junto con las autoridades durante un prolongado periodo de incertidumbre.
«Para seguir financiando la economía, Europa necesita bancos saneados y rentables», sostiene la EBF, para la que las «medidas discriminatorias» adoptadas por los gobiernos, como los impuestos ad hoc, solo servirían para «debilitar la resiliencia del sector» y obstaculizar su capacidad para continuar otorgando crédito a empresas y particulares.
Asimismo, defiende que no hay beneficios extraordinarios en el sector bancario con la normalización de la política monetaria de los bancos centrales. «Muy al contrario, lo que ha sido extraordinario es el prolongado periodo de tiempo de tipos de interés negativos», sostiene, añadiendo que la vuelta a los tipos de interés positivos permitirá que el margen de interés vuelva a niveles que devuelvan la rentabilidad por encima del coste del capital, superando la situación anómala en los últimos años.
«La reciente decisión de política monetaria del BCE no se traducirá necesariamente en una mayor rentabilidad bancaria, ya que podría verse compensada por un mayor coste de financiación, mayores provisiones y mayores tasas de incumplimiento de algunas empresas», apunta.
«La continua incertidumbre de las medidas regulatorias y de supervisión adicionales a nivel europeo supone que los bancos ya enfrentan dificultades para atraer inversores», señala la EBF, para la que la adopción de medidas unilaterales por parte de los gobiernos nacionales deteriorará la capacidad competitiva de las entidades de crédito y generará incertidumbre adicional.