La familia de Manuel Orcera de la Cruz, víctima de ETA, considera «fundamental» inculcar a los jóvenes «lo que sucedió»
El Ayuntamiento de San Sebastián coloca una placa en su memoria
SAN SEBASTIÁN, 29
La familia de Manuel Orcera de la Cruz, asesinado por ETA el 18 de mayo de 1977 cuando contaba con 24 años, ha considerado «fundamental» inculcar a los jóvenes «lo que sucedió», ya que muchos de ellos no conocen a las víctimas «ni qué es ETA».
El Ayuntamiento de San Sebastián ha colocado este sábado en la estación de Amara una placa en memoria del policía Manuel Orcera de la Cruz, víctima de ETA en 1977.
Con este acto se cifran ya en 27 las placas que el Consistorio ha colocado en la ciudad dentro de la iniciativa impulsada hace dos legislaturas para dar visibilidad en el espacio público a las víctimas del terrorismo y la violencia política.
El acto ha tenido lugar a las 12.00 horas en la Estación de Amara y, como en otras ocasiones, ha consistido en un sencillo homenaje de reconocimiento en el que han participado el alcalde, Eneko Goia, representantes de los grupos municipales del Ayuntamiento y familiares de las víctimas.
Manuel Orcera de la Cruz, de 24 años de edad y natural de Úbeda (Jaén), era miembro de la Policía Armada y se encontraba de servicio en el interior de la estación cuando dos personas se apearon de un vehículo, entraron en la estación y tirotearon al agente, causándole la muerte casi instantánea.
De esta manera, el Ayuntamiento continúa desarrollando esta iniciativa para recuperar la memoria y visibilización en el espacio público de aquellas víctimas del terrorismo y de la violencia de motivación política que perdieron la vida en la ciudad.
Hasta el momento, se han colocado placas en los lugares en los que fueron asesinados Juan Maria Araluce, José María Elícegui Díez, Antonio Palomo Pérez, Luis Francisco Sánz Flores, Alfredo García González, Gregorio Ordóñez Fenollar, Francisco Martín González, Fernando Múgica Herzog, Rafael Garrido Gil, Daniela Velasco Domínguez de Vidaurreta, Daniel Garrido Velasco, Miguel Paredes y Elena Moreno, Eugenio Olaciregui Borda, Francisco Javier Gómez Elosegi, José Ángel Santos, Josu Leonet, Juan de Dios Doval Mateos, Miguel Ángel Iñigo Blanco, Juan Antonio Marcos González, asesinados todos ellos por ETA.
También se han colocado placas en recuerdo de Enrique Cuesta, Antonio Gómez y Juan Manuel García Cordero, asesinados por Comandos Autónomos Anticapitalistas, Begoña Urroz Ibarrola, asesinada por el DRIL, Mari Jose Bravo del Valle, asesinada por el Batallón Vasco Español, y Joseba Baradiaran Urkola, víctima por acción policial.
«HISTORIA MUY DURA»
En este sentido, el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, ha recordado que cada placa tiene su «significado e historia», que en el caso de Manuel Orcera de la Cruz es «muy dura».
«La familia nos contaba cómo tuvieron que salir corriendo de los funerales en la catedral del Buen Pastor y a partir de ahí abandonar la ciudad y no volver; una historia durísima, como tantas otras», ha lamentado.
Asimismo, ha subrayado que iniciativas como la de este sábado buscan «reparar en la medida de lo posible» lo acontecido y que «puedan tener un mejor recuerdo de la ciudad, que no les trató nada bien».
Por su parte, uno de los hijos de Manuel Orcera de la Cruz, que se ha desplazado desde Ubeda (Jaén), junto a parte de la familia, ha agradecido el trato recibido por el Ayuntamiento y por el propio alcalde.
Según ha relatado, cuando su padre fue asesinado, su madre se encontraba embarazada y ha rememorado cómo cada vez que veían en televisión un atentado de ETA se revivía en la familia la pérdida del padre.
«La familia tuvo que abandonar la capilla del Buen Pastor y la ciudad entre insultos y abucheos… te reconforta que se acuerden de ti y que Manuel Orcera de la Cruz forme parte de la ciudad, aunque sea con una placa», ha destacado.
Asimismo, ha considerado «fundamental» que transmita a las nuevas generaciones lo que sucedió «en la historia reciente de nuestro país». «Nuestros familiares lo han vivido y lo saben, pero a cualquier niño de cualquier ciudad se le puede preguntar por víctimas de mayor repercusión como Miguel Ángel Blanco o Gregorio Ordóñez y no saben quiénes son ni qué es ETA». «Hace falta inculcar a la gente joven lo que ha pasado y la historia reciente», ha insistido.