La fabricación en España de productos sanitarios podría crecer si se cuenta con los mecanismos de ayuda adecuados
La fabricación en España de productos sanitarios podría crecer exponencialmente si se cuenta con los mecanismos de ayuda adecuados e instrumentos de apoyo estables en el tiempo por parte de las Administraciones Públicas. Y, para ello, es prioritario volver a fortalecer a este importante tejido productivo para disminuir la alta dependencia del exterior y dar respuesta con solvencia a eventuales emergencias sanitarias.
Estas son dos de las principales conclusiones del Estudio sobre la Fabricación de Tecnología Sanitaria en España y su Internacionalización , presentado este lunes por la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria, Fenin. En el se señala que es preciso continuar invirtiendo de manera «firme y decidida» en la internacionalización de las empresas del Sector y la diversificación de mercados, ayudando e incentivando desde las Administraciones la salida al exterior.
En España, el sector de Tecnología Sanitaria está formado por más de 1.000 empresas fabricantes, distribuidores e importadores, que aportan al Sistema sanitario más de 500.000 distintos de productos, dispositivos, equipos y servicios de alto valor. En cuanto a su dimensión económica, teniendo en cuanta los últimos datos disponibles del año 2020, el sector de la Tecnología Sanitaria en España representa un 0,79% del PIB, con una facturación superior a 8.800 millones de euros, un aumento del 11% respecto al año 2019.
«Llevamos años advirtiendo que este Sector es esencial para la salud y la economía de nuestro país. Pero, a pesar de ello, la incertidumbre económica y la falta de apoyos y de ventajas fiscales, terminaron por estrangular la viabilidad de nuestro tejido industrial, dando lugar a una altísima dependencia del exterior, hecho que la pandemia por la Covid-19 ha puesto claramente de manifiesto», señala Margarita Alfonsel, secretaria general de Fenin
En el estudio, que ha sido elaborado por la consultora Agerón Internacional, han participado empresas fabricantes de productos sanitarios – socias y colaboradoras de Fenin-, así como fabricantes de equipamiento hospitalario. Metodológicamente, se han analizado las respuestas de 245 cuestionarios, se han realizado 75 entrevistas en profundidad y todo ello se ha contrastado con estudios anteriores disponibles con el fin de analizar la evolución histórica del Sector.
«Este estudio muestra que aún queda mucho camino por recorrer para fortalecer el tejido industrial sanitario de nuestro país si queremos acompasarlo a las actuales necesidades del SNS», explica Luis Adot, presidente del Sector de Fabricantes, Exportadores y PYMES de Fenin, quien añade que, este informe, ofrece la visión desde dentro del Sector sobre cómo volver a impulsar el tejido industrial.
Así, el informe, continúa, ponen el foco en aspectos prioritarios «como la ampliación de financiación, el apoyo de cara a la salida al exterior y la diversificación de mercados, el fomento de nuevas fórmulas de contratación pública, el impulso de la digitalización y el fortalecimiento de la marca España de Tecnología Sanitaria, entre otros».
Entre los datos que arroja el estudio, se observa que el 16% de las empresas consultadas está valorando la apertura de nuevos centros productivos en España, si bien para ello manifiestan la necesidad de un entorno de apoyo público. «La pandemia ha puesto de manifiesto que los productos, equipos y servicios de Tecnología Sanitaria son esenciales para la salud y, por extensión, nuestra industria también debería tener tal consideración, por ser estratégica para la salud de los ciudadanos y para propio el sistema sanitario. Y, como ámbito empresarial clave, debería contar con los apoyos necesarios por parte de las Administraciones Públicas», ha señalado Luis Adot.
Por su tipología, las empresas fabricantes de nuestro país son: un 68% fabricantes españoles de capital nacional; un 14% empresas multinacionales españolas; otro 6% empresas multinacionales de capital extranjero y un 12% restante corresponde a «otros» (empresas con licencia de fabricación y actividad puntual o en retroceso). Por otro lado, el 30% de ellas pertenecen a un grupo empresarial, mientras el 70% restante son de capital familiar.
Por su tamaño, la mayoría de ellas corresponden a microempresas (36%) y pequeñas empresas (32%), si bien el número de medianas y grandes empresas ha aumentado en los últimos años, probablemente debido a la necesidad de redimensionarse para reducir sus costes y aumentar su competitividad.
Por localización geográfica, a pesar de que existe implantación en todo el territorio nacional, se mantiene una mayor concentración en las CC.AA. donde tradicionalmente hay asentado más tejido industrial: Catalunya (35%) y Madrid (21%), seguidas de la Comunidad Valenciana (15%) y del País Vasco (11%), entre otras.
RECOMENDACIONES DEL ESTUDIO
El estudio impulsado por la Federación propone una serie de recomendaciones dirigidas a las Administraciones y encaminadas a lograr un mayor apoyo institucional. Entre ella el desarrollo de políticas de compra pública basadas en el valor que aporta la Tecnología Sanitaria que incorporen criterios de calidad, sociales, medioambientales y de innovación, y contemplen la relación calidad-precio y el conjunto de costes del ciclo de vida del producto.Un plan de apoyo al Sector a través de ayudas, subvenciones e incentivos fiscales.
Además de el impulso de la eficiencia de los procesos y eliminación de la burocracia. Asimismo, la agilización de los procesos para la certificación de los productos, tanto del marcado CE obligatorio, como la obtención de otros (calidad, medio ambiente, comercialización…); y la dotación de mayores recursos a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) y al Organismo Notificado (ON) español.
Por otro lado, propone una planificación conjunta del abordaje de las necesidades de las empresas, en base a las nuevas demandas de los Reglamentos Europeos de Productos Sanitarios; la ampliación de los programas de apoyo en materia de I+D+i y digitalización; la ampliación de programas de ayuda e incentivos de cara a la internacionalización de las empresas del Sector, que favorezcan la diversificación de mercados más allá de la Unión Europea; y la colaboración de todos los agentes para la mejora de la «marca España de Tecnología Sanitaria».