La Eurocámara pide acelerar el uso de biocombustibles sostenibles en la aviación
BRUSELAS, 7
El pleno del Parlamento Europeo ha respaldado este jueves un proyecto legislativo para elevar el porcentaje de combustible sostenible que se utiliza en el sector de la aviación de la UE, de cara a reducir las emisiones y alcanzar la neutralidad climática en 2050.
Los eurodiputados han pedido elevar la ambición del porcentaje mínimo de biocombustibles que debe haber disponible en los aeropuertos de la UE del 32% propuesto por la Comisión para 2040 al 37% y del 63% para 2050 planteado por el Ejecutivo comunitario al 85%.
El mandato negociador salió adelante con 334 votos a favor, 95 en contra y 153 abstenciones, por lo que ahora el Parlamento Europeo deberá debatir con los Estados miembros la formulación de la legislación.
En este marco, la Eurocámara presentó una enmienda sobre la definición de combustible sostenible para que además de los combustibles sintéticos y algunos biocombustibles obtenidos de desechos agrícolas o forestales, algas, residuos orgánicos o aceite de cocina usado incluya los carburantes reciclados producidos a partir de gases emitidos en el procesamiento de residuos, así como gases de escape derivados de la producción industrial.
Los eurodiputados también han pedido que ciertos biocombustibles producidos a partir de grasas animales o destilados se incluyan en la mezcla de combustible de aviación hasta 2034 y dejaron fuera los combustibles basados en cultivos alimentarios y forraje, y los derivados del aceite de palma y la soja, así como la pasta de jabón, al no estar alineados con los criterios de sostenibilidad.
Por otro lado, la Eurocámara ha considerado la electricidad renovable y el hidrógeno como parte de una combinación de combustibles sostenible, ya que son tecnologías que pueden contribuir a la descarbonización del transporte aéreo.
En un paso más, los eurodiputados han propuesto crear un fondo para una aviación sostenible de 2030 a 2050 para acelerar la descarbonización del sector y apoyar la inversión en combustibles sostenibles, tecnologías de propulsión innovadoras y nuevos motores. El fondo debería captar financiación a través de lo recaudado en multas por incumplimiento de la nueva normativa.