La Eurocámara cierra filas y censura a Marruecos por presionar a España con la llegada de menores en Ceuta
Vox se desmarca y critica que se apoye el «relato» del Gobierno y se promuevan más fondos para «separar a menores de sus familias» en Ceuta
BRUSELAS, 10
El Parlamento Europeo ha escenificado este jueves el rechazo a la actitud de Marruecos por presionar políticamente a España con la llegada masiva de migrantes, en particular muchos de ellos menores, a la ciudad autónoma de Ceuta.
En el debate parlamentario sobre la resolución pactada por populares, socialistas, liberales y verdes que aprobará la Eurocámara este jueves, se ha evidenciado el cierre de filas de la inmensa mayoría de grupos frente a lo que consideran un «chantaje» por parte de Rabat.
El eurodiputado del PP Juan Ignacio Zoido ha mostrado su «rechazo absoluto» al uso de la migración de menores para presionar a un estado miembro y ha defendido que la frontera de Ceuta es una frontera europea.
Aunque el exministro popular ha dicho que el caso del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, debería haberse gestionado por parte de España «teniendo en cuenta todas las circunstancias del caso, incluidas las que han alegado las autoridades marroquíes», ha asegurado que ninguna desavenencia «justifica la respuesta fuera de las vías diplomáticas establecidas», ni provocar una crisis migratoria.
Del lado del PSOE, Ignacio Sánchez Amor ha insistido en que los roces entre vecinos como España y Marruecos «son normales», pero lo que resulta «preocupante» es recurrir a «formas de presión impropias» ante diferencias políticas. A su juicio, ha habido una buena gestión del Ejecutivo español y de las autoridades de Ceuta ante un asunto «europeo» y ha defendido que sobre la situación en el Sáhara, tema de fondo en esta crisis, la UE «no se ha movido un milímetro».
UNA «MARCHA VERDE INFANTIL»
Jordi Cañas, de Ciudadanos, ha asegurado que la crisis en la frontera afecta a todos los europeos y no es un asunto bilateral de Marruecos con España. «A los niños no se les lanza al mar para hacer política», ha afeado, asegurando que no se debe aceptar el «chantaje» de Rabat, a quien ha atribuido una «marcha verde infantil».
Por contra, el eurodiputado de Vox, Jorge Buxade, se ha mostrado crítico con la resolución asegurando que «vende el relato» de Marruecos y España, aplaude la gestión del Ejecutivo español que «ha azuzado el efecto llamada», además de promover más fondos para «separar a los menores de sus familias». De esta forma, ha reclamado sanciones contra Rabat y aumentar los controles migratorios. «Las fronteras han sido atacadas y si no somos duros volverá a suceder», ha advertido.
Por parte de Podemos, Miguel Urban ha calificado de «chantaje» la estrategia de Rabat y ha avisado de que el problema seguirá mientras la UE no cambie su política migratoria y deje de usar a Marruecos como «policía de fronteras». Ha pedido «no seguir subcontratando a un régimen sin escrúpulos como Marruecos para que haga el trabajo sucio», entendiendo que mientras esto no cambie Europa «seguirá siendo cómplice de crímenes y estará a merced de sus chantajes».
LOS VERDES CENSURAN LA IMAGEN «DEPLORARBLE» DE NIÑOS DESESPERADOS
Ernest Urtasun, de los Verdes, se ha centrado en la situación de los menores marroquíes que llegaron a suelo español. Ha censurado las imágenes «deplorables» de niños «desesperados» y ha aplaudido el esfuerzo de las autoridades españolas para acoger.
Mientras, Pernando Barrena ha cuestionado si Marruecos puede seguir siendo un socio fiable y ha pedido activar las cláusulas democráticas del acuerdo de asociación por lo sucedido en Ceuta. «¿Cómo se puede calificar a un régimen que usa a los niños como carne de cañón?», se ha preguntado el representante de Bildu.
En la misma línea, la eurodiputada del PNV, Izaskun Bilbao, ha apuntado que la crisis evidencia que el comportamiento de Marruecos no es el propio de «un socio estratégico» y ha llamado a buscar soluciones como apoyar las administraciones locales y regionales e impulsar la responsabilidad compartida en la UE para gestionar la migración, apostando por implantar corredores humanitarios y cuotas de acogida. «Evitarían muchas crisis», ha valorado.