La EPA tendrá que incorporar a los jóvenes de 15 años a partir de 2021
La Encuesta de Población Activa (EPA) que elabora trimestralmente el Instituto Nacional de Estadística (INE) deberá recoger desde 2021 información sobre la población a partir de 15 años, en lugar de los 16 años de los que parte actualmente, en aplicación del nuevo Reglamento Europeo sobre Estadísticas Sociales, según indicaron a Europa Press fuentes del organismo.
España es uno de los pocos países europeos que no ofrece en su EPA datos a partir de los 15 años dado que el límite de escolarización obligatoria y la edad mínima legal para trabajar en España es de 16 años.
De hecho, en España sólo se puede trabajar antes de los 16 años de forma excepcional en espectáculos públicos. Para ello se necesita una autorización de la autoridad laboral, que se dará en casos excepcionales y siempre que no suponga un peligro para la salud física y para la formación del menor.
Los mayores de 16 años pueden trabajar en España, tanto si viven de manera independiente como si no, si cuentan con una autorización expresa de sus padres o tutores legales. Por eso, la EPA sí recoge información a partir de los 16 años, pero no antes.
El nuevo reglamento europeo cambiará este panorama y obligará a recoger información a partir de los 15 años, edad mínima en la que se puede trabajar en la UE, donde sólo se permite contratar a menores de 15 años para actividades culturales, artísticas, deportivas o publicitarias (con la autorización previa de la autoridad competente) y a jóvenes de entre 14 y 15 años para formación o prácticas en empresas. También pueden hacer trabajos «ligeros» los niños de al menos 14 años (13 años en determinados casos).
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) adoptó en 1973 el convenio 138, en el que se establecen los 15 años como la edad mínima de admisión al trabajo en general, aunque cada país pueda fijar una edad superior. En el caso de los países en desarrollo, se puede establecer la edad mínima en 14 años como medida transitoria.
Hasta mediados del año pasado 171 países habían ratificado este convenio de la OIT, que tiene por objetivo la abolición efectiva del trabajo infantil. Todos los países de la UE-28 han ratificado este convenio. Dieciocho de ellos, entre los que se encuentran Alemania, Italia, Dinamarca y Suecia, tienen fijada la edad mínima para trabajar en 15 años, mientras que diez países de la UE la tienen establecida en 16: son España, Bulgaria, Francia, Hungría, Irlanda, Lituania, Malta, Portugal, Rumanía y Reino Unido.
Por su parte, en 51 de los 171 países que han ratificado este convenio de la OIT la edad mínima para acceder a un empleo son los 14 años, a condición de que no realicen trabajos peligrosos y de que hayan finalizado la educación obligatoria.
El Convenio número 138 de la OIT reconoce que no todos los trabajos realizados por menores de 18 años son considerados como trabajo infantil que debe eliminarse, y que ciertos tipos de trabajo apropiados para la edad de un niño y llevados a cabo con la protección adecuada pueden ser beneficiosos para su desarrollo.
Es el caso de los llamados trabajos «ligeros», aquellos que no interfieren con la escolarización de los niños o con su capacidad de beneficiarse de la misma, y que no se consideran dañinos. Estos trabajos «ligeros», que cada país debe definir, pueden ser desarrollados por niños de 13 a 14 años en el caso de los países que establecen la edad mínima en 15 años, y por niños de 12 a 13 años de edad en el caso delos países que la establecen a los 14.
REPERCUSIONES EN LA EPA CON LOS JÓVENES DE 15 AÑOS
A tenor de las actuales cifras de población, en España había a 1 de enero de este año algo más de 480.000 jóvenes de 15 años. De acuerdo con las definiciones de la EPA, la mayor parte de estos jóvenes de 15 años irían a engrosar las cifras de inactivos, donde se incluyen estudiantes, jubilados o pensionistas y personas incapacitadas para trabajar, entre otros colectivos.
Al finalizar junio, en España había 16.177.600 inactivos, el segundo valor más alto de la serie tras el del primer trimestre. Si incorporáramos a esta cifra la población de 15 años actual, el volumen de inactivos superaría los 16,6 millones de personas y se situaría en máximos históricos.
Introducir a los jóvenes de 15 años en la EPA también tendría repercusiones en la tasa de actividad, que bajaría unas décimas, ya que, al subir la población objeto de la encuesta, el cociente entre activos y población arrojaría una tasa de actividad para el segundo trimestre cercana al 58%, por debajo del 58,7% que se registra contando la población a partir de 16 años y más.
De los 16,1 millones de inactivos que había en España al finalizar el segundo trimestre, unos 10 millones tenían 60 o más años (la mayoría jubilados o pensionistas) y cerca de 2,6 millones eran jóvenes de 16 a 24 años, principalmente estudiantes.