La eólica alerta que la electrificación de la economía «no va al ritmo» de los objetivos de renovables
El sector eólico ha advertido de que la electrificación de la economía «no está avanzando al ritmo necesario» para que pueda acompañar a los objetivos de renovables que marca el nuevo Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) a 2030.
En su discurso en la inauguración del Congreso Eólico Anual, el presidente de la Asociación Empresarial Eólica, Juan Diego Díaz, puso sobre la mesa este riesgo y aseguró que el desarrollo de las renovables debe «ser obligatoriamente soportado por una demanda eléctrica acorde, en dimensión y plazos».
En concreto, el borrador de actualización del PNIEC del Gobierno aspira a 105 gigavatios (GW) de renovables nuevas en la década. Así, para el año 2030 se espera alcanzar los 62 gigavatios (GW) de eólica instalados, con 3 GW correspondientes a offshore -frente a los 50 GW del anterior PNIEC-, así como 76 GW de fotovoltaica, incluyendo 19 GW de autoconsumo -por los 39 GW de la hoja de ruta de 2020-.
Así, señaló que la demanda eléctrica se ha desplomado en estos últimos años, situándose en unos niveles similares a 2020, en plena pandemia, o a los de hace dos décadas.
En este sentido, reconoció que es verdad que se ha producido una mejora en eficiencia energética que puede trasladarse a esa caída, pero vinculó este retroceso en la demanda eléctrica al descenso en el ámbito, principalmente, industrial, «por los altos precios».
Por ello, alertó de que el ritmo de crecimiento de la demanda eléctrica «no está dando las señales suficientes» para absorber todos esos proyectos renovables que se prevén desarrollar, por lo que estimó que al final «serán financiables o supondrá una perdida de valor de los activos existentes».
No obstante, Díaz aplaudió los objetivos «más ambiciosos» apuntados en la actualización del PNIEC, que recogen así las peticiones que venía realizando el sector de elevar las metas, aunque apuntó la necesidad de «agilizar» la tramitación de proyectos.
A este respecto, afirmó que la prórroga de seis meses dada por el Gobierno para obtener la autorización de construcción de los proyectos renovables supone «un alivio».
De todas maneras, indicó que el mantener el plazo de culminar el proyecto antes de superar los cinco años desde el inicio de la tramitación, «comprime» más los plazos y supone «una mayor tensión» para la cadena de suministro, lo que pone también en riesgo el cumplimiento de los objetivos y «abre la entrada» a los constructores de fuera de Europa.
Por ello, apuntó que la industria eólica europeo, a pesar de estar viviendo «complicados momentos» por la subida de las materias primas y la inflación, debe seguir «diseñando y fabricando» aerogeneradores y sus componentes en Europa, «con estructuras de coste europeas para seguir liderando la eólica mundial».
«OBJETIVO PAÍS».
Por su parte, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, destacó que el sector eólico está llamado a desempeñar un papel «muy importante» tanto en la transición energética como en la reindustrialización.
A este respecto, la ministra aseguró que España no aspira solamente a ser un suministrador de energía limpia en el contexto europeo, sino que se encuentra ante «una oportunidad histórica» para promover la reindustrialización en muchos ámbitos. «Es un objetivo país, tenemos que apostar por ello», añadió.
Por ello, manifestó que la actualización a un PNIEC «más ambicioso» se basa en unos objetivos «viables» que se «ajustan a la realidad de 2023, congruentes con un pipeline y sabiendo que algunos proyectos caerán por el camino y que aparecerán nuevos».
Igualmente, recordó que se movilizarán otros 1.000 millones más destinados a la cadena de valor asociada a todas las energías renovables, que saldrán de la adenda, y que ya se ha pedido a Bruselas que sea aprobado como ayudas de Estado para proceder «cuanto antes a su reparto».