La dirección de Ciudadanos recalca que no cabe la ilegalización de Bildu y aboga por cambiar la LOREG en su lugar
El secretario general de Ciudadanos, Adrián Vázquez, ha reiterado este jueves que ilegalizar a Bildu no es la solución y, en su lugar, ha abogado por cambiar la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) para restar influencia en el Congreso a los partidos nacionalistas.
Vázquez se ha expresado en la misma línea que la portavoz nacional de Ciudadanos, Patricia Guasp, quien considera que la formación naranja , como partido de ideología liberal, no puede defender la ilegalización de partidos políticos, ni siquiera de Bildu por haber incluido a 44 condenados por pertenencia o colaboración con ETA en sus listas electorales para el 28 de mayo
También el portavoz adjunto en el Congreso, Edmundo Bal, había desdeñado el día anterior la intención de Vox de llevar a votación en el Congreso una iniciativa para precisamente iniciar un proceso de ilegalización de la formación vasca.
Pero fue la portavoz parlamentaria, Inés Arrimadas, quien sí marcó una posición más favorable a la ilegalización al afirmar este miércoles que España «no puede permitir que Bildu sea un partido legal». En los pasillos del Congreso ha insistido 24 horas después en que «hay que actuar» y no tratar a Bildu como «un partido más», aunque no ha especificado medidas en este sentido.
OTRA OCURRENCIA DE AYUSO
Desde Valdemoro (Madrid), Adrián Vázquez ha tachado de «otra ocurrencia más» las palabras de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que sí apuesta por la ilegalización al considerar que «ETA está viva». Para Guasp, estas declaraciones palabras de la baronesa del PP están «fuera de lugar».
Lo que sí propone Ciudadanos, según ha recordado Vázquez, es reformar la Ley Electoral para impedir que partidos como Bildu, que «no llega al 1% de la representatividad nacional», acabe decidiendo políticas del Gobierno de España. Los naranjas vienen reclamando una barrera mínima estatal del 3% de votos para obtener representación en el Congreso y contrarrestar así la influencia de los partidos nacionalistas.