La defensa de Eugenio Delgado lamenta que la acusación quiera «agarrarse a una prueba psicológica» para la violación

BADAJOZ, 16

El abogado defensor del acusado del asesinato a Manuela Chavero, Eugenio Delgado, José Antonio Carrasco, ha señalado que la acusación quiera «agarrarse a una prueba psicológica», como el informe que realizó la Guardia Civil sobre el perfil del acusado, para justificar la violación de la víctima y de esa forma pedir la prisión permanente revisable.

Carrasco ha aludido a un comentario que supuestamente el acusado hizo a los agentes de la Guardia Civil en el que señalaba que «si hay semen, es mío», que se ha puesto de manifiesto durante el juicio, «no está en el soporte documental» y por tanto, no es válido como prueba.

José Antonio Carrasco se ha pronunciado de esta forma durante su informe final, en el que mantiene su petición de absolución, este jueves en el juicio por el asesinato de Manuela Chavero que se celebra durante esta semana en la Audiencia Provincial de Badajoz, y con Eugenio Delgado como único acusado.

En su informe final, el abogado de la defensa ha apuntado que «el formato que se ha tomado para llegar a la conclusión de sadismo sexual» por parte de Eugenio Delgado, se basa en el informe del grupo de Análisis del Comportamiento de la Guardia Civil, así como «una supuesta relación sexual con una chica, un caso de un pretendido contacto con una chica y ciertas páginas de Internet a las que accede» el acusado.

«Si no hay sadismo sexual, no puede haber un móvil sexual», ha señalado Carrasco, quien ha asegurado que a Eugenio Delgado, la acusación «se le intenta imputar unos hechos para agravar un tipo de delito básica como es el homicidio, para que suba al siguiente escalón y que se le imponga una pena mayor», ha apuntado.

En ese sentido, el abogado se ha dirigido al jurado para decirles que entiende «la carga emocional», pero les ha recordado que «legalmente, para no llegar a una sentencia que pueda ser nula, no pueden imaginar o presumir lo que quieren que haya ocurrido para hacer justicia», sino que tienen «la obligación de, cuando digan que un hecho está o no acreditado, esté total y absolutamente probado o no», ha dicho.

HECHOS ACREDITADOS

Según ha relatado, los «hechos acreditados» son que el acusado llegó a la vivienda para meter alimentos en el frigorífico, y al ver la luz encendida de casa de Manuela Chavero, llamó para devolverle la cuna, y a partir de ahí «vienen los hechos que ya tenemos que entrar en el plano de las presunciones».

Así, es un «hecho acreditado» que Manuela Chavero falleció en esa casa, «pero la forma, modo y manera en que ha ocurrido hay que enjuiciarlo y hay que valorarlo», tras lo que señalado que las «pruebas» son las fracturas que presentaba el cadáver, de tres tipos, en nariz, dientes y costillas.

Respecto a las fracturas en las órbitas de los ojos de las que se ha hablado a lo largo del juicio, el abogado de la defensa ha señalado que «no hay una prueba base, unánime, donde puedan ustedes decir que este hecho está acreditado», mientras que en las fracturas de costillas y de dientes, el «denominador común» es que «se han producido en huesos frescos», que supone «un periodo que puede estar vivo o después de la muerte, en un periodo cercano en ambos casos».

En ese sentido, ha recordado que el enterramiento del cuerpo se hizo con tierra y piedras, de las que algunas tienen «el grosor de un balón de fútbol», que «se iba cogiendo y se iba echando», por lo que ha planteado que «algunas de esas fracturas» podrían haber sido producidas por la caída de esas piedras y «no fueron producidas en casa por este señor», ha planteado el abogado.

También ha aputando que alguna fractura, como la que afecta al hueso nasal derecho, pudiera ser resultado de la caída del cadáver de la pala cuando el acusado lo estaba transportando, por lo que ha resaltado que «el patrón completo de fracturas no sabemos dónde ocurrió».

También alude el abogado de la defensa a la «confesión, evidentemente tardía» del lugar donde estaba enterrado el cadáver de Manuela Chavero, ya que en caso de que no lo hubiera dicho «la podrían haber encontrado o no», ya que se encontraba en un lugar de difícil acceso.

Por eso, el hecho de que el acusado, el mismo día de su detención dijera dónde estaba el cadáver «tuvo que ser relevante y útil para este juicio», ya que si no se hubiera encontrado, no se tendrá «absolutamente nada», ha dicho.

«Este señor podía estar hoy aquí egoístamente y haberse asegurado de decir bueno me han detenido pero ahora me callo y no digo dónde está el cuerpo y a lo mejor con suerte no aparece», ha señalado su abogado, quien ha destacado que el hecho de que desvelara el lugar del enterramiento «también se valora» y los tribunales «aceptan que, aunque no sea en el momento inicial, si tiene validez para la causa, que es lo que ustedes deben valorar», ha resaltado dirigiéndose al jurado.

Finalmente, Carrasco ha rechazado que la acusación solicite para el acusado un supuesto delito contra la libertad sexual de la víctima, para lo cual «simplemente se basan en que este hombre, por las circunstancias que concurren, actuó hombre contra una mujer», tras lo que ha señalado que «no es ese el requisito que se exige para que pueda imputarse esa agravante», sino que se necesita «que se acredite que este hombre era machista», ha concluido el abogado, deseando al jurado «la mejor de la suerte», ha concluido.

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