Los médicos de Atención Primaria usan la deprescripción antibiótica de forma rutinaria en sus consultas, según encuesta

El 92,5 por ciento de los médicos ha utilizado la estrategia de deprescrición de antibióticos en su práctica clínica al menos una vez, según una encuesta elaborada por el Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).

Las infecciones por bacterias resistentes a los antibióticos causaron 33.000 muertes en 2015 en Europa, según la estimación realizada en un estudio del Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), publicado en lar revista científica The Lancet Infectious Diseases ,

De hecho, en Europa mueren más personas a causa de las resistencias microbianas que por siniestralidad vial; respecto a los 33.000 fallecidos, en las carreteras fallecieron el año pasado 19.800 personas.

En lo sanitario, la cifra también es muy significativa y supone un impacto similar en la salud pública al que resulta tras sumar gripe, sida y tuberculosis, según reseña el propio Plan Nacional de Resistencia a Antibióticos.

Estas muertes están provocadas por la producción y propagación de resistencias antimicrobianas, directamente relacionada con el uso inapropiado de antibióticos, es decir, innecesario, de un espectro inadecuado o durante un tiempo excesivamente largo.

Ante esta situación, una de las estrategias clave introducidas por los médicos de familia especialmente en Atención Primaria es usar la deprescripción en sus consultas.

El objetivo de la encuesta de semFYC era conocer la opinión y la utilización rutinaria de la deprescripción antibiótica por parte de los médicos de familia españoles. Respondieron más de 1.000 facultativos pertenecientes a la semFYC que trabajan en centros de salud respondieron, afirmando que se trata de una buena estrategia para evitar causar perjuicios a los pacientes y como una buena herramienta para disminuir resistencias antimicrobianas.

Los datos refieren que se trata de una práctica habitual en sus consultas: el 92,5 por ciento había realizado al menos en una ocasión en su vida laboral la estrategia de deprescrición en su práctica. Mientras que el 75 por ciento de los encuestados declaró que al menos una vez al mes, ven a pacientes cuyos cursos de antibióticos se inician innecesariamente.

EL 95% DE LOS MÉDICOS DEPRESCRIBEN FRENTE A CATARROS Y GRIPE

La encuesta también aborda las situaciones más proclives a la deprescripción para los médicos, resultando más habitual cuando el paciente presenta un resfriado común o una gripe (97,6 y 93,5%, respectivamente).

Por el contrario, solo en el 50 por ciento de los casos de presentar una bronquitis aguda se deprescribe una pauta ya iniciada, incluso si se considera que el paciente no la necesita.

En estas situaciones, la principal razón por la que los médicos se muestran reacios a interrumpir un tratamiento con antibióticos, a pesar de saber que no es necesario, es el miedo a las complicaciones. Es así a pesar de que solo el 12 por ciento de los encuestados considera que la práctica de deprescripción podría generar más complicaciones e ingresos hospitalarios.

Por otro lado, la encuesta dio como resultado que el 90 por ciento de los médicos de familia se sienten cómodos interrumpiendo un curso de antibióticos iniciado con los restos de otras prescripciones, o los obtenidos en la farmacia sin receta.

Sin embargo, solo en un poco más de la mitad de los casos lo interrumpieron cuando había sido un compañero el que prescribió el tratamiento antibiótico. Los médicos mayores de 60 años fueron más propensos a utilizar la deprescripción de antibióticos en comparación con los colegas más jóvenes.

¿ACORTAR LA DURACIÓN DE LOS TRATAMIENTOS ESTÁNDAR?

Durante mucho tiempo, de acuerdo con el nivel de conocimiento que había en ese momento, los médicos recomendaban completar el ciclo de antibióticos una vez iniciado, con el objetivo de evitar una posible aparición de las resistencias a los antimicrobianos, es decir, realizar un ciclo completo de antibióticos una vez iniciado el tratamiento.

Actualmente, la evidencia, vinculada a un contexto de extraordinario aumento de las resistencias, señala que la reducción de las pautas de consumo de estos medicamentos y la supresión de las mismas si se detecta que el antibiótico no está indicado, conduce a un menor riesgo de resistencias. La desprescripción del antibiótico se realizaría en determinados casos y siempre bajo supervisión médica.

En la actualidad, para la mayoría de las infecciones atendidas en Atención Primaria, acortar la duración de las pautas estándar con tratamiento antibiótico disminuye la probabilidad de producir resistencias y efectos secundarios, incluso en infecciones potencialmente mortales, como la neumonía.

«En conclusión, cuando el uso del antibiótico es inadecuado, la deprescripción es una buena estrategia para reducir el consumo de antibióticos disminuyendo el riesgo sobre las personas así como las resistencias a antibióticos», resaltan desde semFYC.

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