La cúpula episcopal de EEUU comparte con el Papa su situación por el «diablo de los abusos sexuales»
ROMA, 13
La cúpula de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos ha expuesto al Pontífice «cómo el cuerpo de Cristo está lacerado por el diablo de los abusos sexuales», durante la reunión que ha mantenido con el Pontífice en la biblioteca apostólica del Vaticano.
«Estamos muy agradecidos al Santo Padre por habernos recibido en esta audiencia. Compartimos con el Papa Francisco nuestra situación en Estados Unidos –cómo el cuerpo de Cristo está lacerado por el diablo de los abusos sexuales–. Él escuchó desde lo más profundo de su corazón. Fue un intercambio extenso, fructífero y positivo», ha declarado la Conferencia Episcopal de Estados Unidos en un comunicado.
Sobre la mesa ha estado el caso que involucra al excardenal estadounidense Theodore McCarrick quien fue cesado del colegio cardenalicio por el propio Pontífice en julio de 2018, pero también el informe de la Corte Suprema de Pensilvania (EEUU), que reveló que más de 300 sacerdotes abusaron de niños durante las últimas siete décadas.
Los obispos de Estados Unidos han indicado que antes de salir del encuentro rezaron con el Santo Padre «por la gracia de Dios por la fuerza para trabajar en sanar las heridas». «Buscamos de manera activa continuar nuestro discernimiento juntos identificando los próximos pasos más efectivos».
En la reunión ha participado el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), cardenal Daniel DiNardo, así como el Prefecto de la comisión para la protección de menores del Vaticano, cardenal Sean Patrick O Malley de Boston y dos funcionarios de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos.
También estaban presentes el arzobispo de Los Ángeles, vicepresidente de la misma Conferencia Episcopal, monseñor José Horacio Gómez y el secretario general, monseñor Brian Bransfield.
Durante los coloquios, el Papa ha estado acompañado de un traductor. El encuentro se produce después de que el arzobispo Carlo María Vigano, exnuncio en Washington, acusara al Papa ser consciente de los abusos contra seminaristas cometidos por McCarrick y no hacer nada al respecto. Sin presentar pruebas y cuando el pontífice celebraba una misa en el Encuentro Mundial de las Familias de Dublín (Irlanda) Viganò pidió la dimisión del Santo Padre en un gesto inédito en la historia de la Iglesia.
El Pontífice ha aceptado la renuncia del obispo estadounidense, Michael J. Bransfield, quien ha sido acusado de abusos sexuales a menores durante su gestión en la diócesis de Filadelfia y ha pedido la apertura de una investigación sobre estos hechos.