La Constitución reúne en su 40 aniversario a Reyes, gobernantes y parlamentarios de la Transición y la actualidad
La reforma constitucional sigue en boca de todos, pero cada uno pone sus condiciones
La Constitución de 1978 ha reunido este jueves en el Congreso, con motivo de su cuadragésimo aniversario, a Reyes, gobernantes y parlamentarios de la Transición y de la actualidad, y en las conversaciones de palacio se ha hablado mucho de la reforma de la Carta Magna, pero también de las condiciones que ello requiere.
Los Reyes Felipe y Letizia, con sus hijas Leonor y Sofía, y los Reyes Juan Carlos y Sofía llegaron al Congreso a las 12 horas y a las puertas fueron recibidos por todos los poderes del Estado: por el Legislativo, los presidentes del Congreso, Ana Pastor y del Senado, Pío García Escudero; del Ejecutivo, el presidente Pedro Sánchez; y del Judicial, los presidentes del Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional, Carlos Lesmes y Juan José González Rivas.
Ya en el Palacio, la familia real ha recibido el saludo de los miembros de las Mesas del Congreso y del Senado y los del actual Gobierno, así como los líderes de las formaciones parlamentarias presentes, salvo los de Unidos Podemos, que han evitado el besamanos .
LOS TRES PONENTES VIVOS DE LA CONSTITUCIÓN
También han saludado a los cuatro expresidentes del Gobierno –los socialistas Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, y los populares José María Aznar y Mariano Rajoy–, y a los tres padres de la Constitución que aún viven: José Pedro Pérez Llorca y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, de la UCD, y Miquel Roca, de los nacionalistas catalanes.
La acción se ha trasladado después al hemiciclo, donde se ha desarrollado el acto central. En la zona presidencial, los Reyes Felipe y Letizia y sus hijas, así como las Mesas del Congreso y del Senado, mientras que los Reyes Juan Carlos y Sofía se han sentado en el centro del hemiciclo, justo enfrente de la tribuna, junto con los expresidentes y los padres de la Cartas Magna.
En el Salón de Plenos se mezclaban diputados y senadores de la actualidad con miembros de las Cortes constituyentes como el exministro Rodolfo Martín Villa, el exvicepresidente Alfonso Guerra y el expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra.
DOCE PRESIDENTES AUTONÓMICOS
El socialista aragonés Javier Lambán ha sido el primero de los 12 presidentes autonómicos en llegar al Congreso de los Diputados, al que también se han acercado sus compañeros de partido Susana Díaz (Andalucía), Javier Fernández (Asturias), Guillermo Fernández Vara (Extremadura), y Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha).
De los presidentes autonómicos del PP han asistido Alberto Núñez Feijóo (Galicia), Fernando López Miras (Murcia); Ángel Garrido (Madrid); Juan Vicente Herrera (Castilla y León), José Ignacio Ceniceros (La Rioja) y Juan Jesús Vivas (Ceuta). También ha estado en el acto el presidente canario, Fernando Clavijo, de CC.
Desde la tribuna del Congreso han seguido el acto expresidentes del Congreso como Landelino Lavilla, Federico Trillo y del Senado como Esperanza Aguirre, Javier Rojo y Juan José Laborda,
También han acudido la presidente del Consejo de Estado, María Teresa Fernández de la Vega; el director del CNI, Félix Sanz Roldán; el Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán; la fiscal general del Estado, María José Segarra; el exministro y ex alto representante de la UE, Javier Solana.
En la tribuna se ha visto departir, antes del acto, a Adolfo Suárez Illana y José Carrillo –hijos, respectivamente, del que fuera presidente del Gobierno Adolfo Suárez y del secretario general del PCE Santiago Carrillo–.
En su discurso, el Jefe del Estado ha reivindicado la «plena vigencia» de los valores que inspiraron la Carta Magna, particularmente el deseo de reconciliación, la voluntad de entendimiento y la vocación de integración, como «pilares esenciales» y «fuente de inspiración» de la convivencia.
En esa vigencia había abundado también minutos antes la presidenta del Congreso, Ana Pastor, que admite que la Constitución es «perfectible» y no un «candado», pero que ha exigido el mismo espíritu de consenso que hubo en 1978 para reformarla, si así se decide.
Los discursos de ambos y las menciones al Rey Juan Carlos, que ha coincidido por primera vez en el Congreso con su hijo desde la proclamación, han provocado largos aplausos de la Cámara. En ausencia de los nacionalistas, solo Podemos ha evitado aplaudir, después de, eso sí, escuchar los discursos «respetuosamente» como había avanzado Iglesias. Sí ha habido aplausos de Ricardo Sixto, del sector crítico de IU, a Ana Pastor, y hasta un tímido intento a Felipe VI.
RECEPCIÓN
Los diputados de Podemos no se han quedado a la recepción posterior en los salones colindantes al hemiciclo, así que la Familia Real ha estado rodeada solo por representantes de partidos constitucionalistas. Los Reyes –con sus hijas siempre cerca de ellos– han departido con los invitados, y antes de marcharse, poco antes de las 14.00 horas, han tenido que esperar a la Reina Sofía, que seguía saludando a gente.
La Familia Real ha sido despedida con aplausos y vivas por dos centenares de personas que se agrupaban frente al Palacio y que acto seguido han abucheado a Sánchez, que se ha marchado tras despedir a los Reyes. Los mismos grupos de gente le han dedicado aplausos a Ana Pastor y a Mariano Rajoy.
Y en los corrillos de la recepción, como es habitual el 6 de diciembre, se ha hablado también de la vigencia de la Constitución, de la oportunidad o no de reformarla, y de los aspectos que más necesitan una revisión, pero también de las condiciones de estabilidad y de consenso que requeriría encarar ese delicado proceso. Esta vez la Constitución ha compartido protagonismo en las charlas con el resultado de las elecciones andaluzas y con los planes inminentes del Gobierno.
Quien no ha querido hablar de política, eso sí, ha sido Mariano Rajoy, que volvía al Congreso por primera vez desde la moción de censura. «La vida es un continuo proceso de aprendizaje», ha dicho cuando se le ha preguntado por su retorno a la profesión de registrador de la propiedad.
