La Consejería prevé reunir a la Mesa del Oso de Cantabria en septiembre u octubre
La consejera de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, María Jesús Susinos, tiene previsto convocar este mes de septiembre o en octubre una nueva reunión de la Mesa del Oso de Cantabria, en la que se trabajará en el objetivo de buscar el «equilibrio» entre este animal y la seguridad de los vecinos tras avistarse algunos cerca de los núcleos rurales.
Susinos, que tomó posesión del cargo al frente de la Consejería el pasado jueves, ha confirmado que reunirá a este órgano en cuanto se ponga «al día de todo», después de que la Fundación Oso Pardo haya pedido este jueves que se convoque la Mesa, que se citó por primera vez en agosto y quedó en volver a hacerlo en septiembre.
«Por supuesto que sí que está en mi agenda volver a convocar a la Mesa del Oso», ha asegurado la titular de Desarrollo Rural, que ayer dio a conocer un convenio de colaboración firmado entre el Gobierno de Cantabria y la empresa Bondalti para reforzar el seguimiento y la conservación del oso pardo durante los próximos cuatro años.
Como ha explicado, actualmente se está revisando el Plan de Recuperación del Oso, ya que data de 1989 y ahora hay «muchísimos más ejemplares». Así, el objetivo actual es abordar la «convivencia» de este animal con la seguridad de los vecinos y las explotaciones agrícolas y ganaderas.
Susinos ha hablado de este asunto tras una rueda de prensa en la que ha presentado la XIII Feria de la Miel de Liébana junto al alcalde de Vega de Liébana, Gregorio Alonso, quien también se ha pronunciado acerca de la presencia de osos como «principal afectado».
De hecho, ha criticado que la Mesa celebrada en agosto fue «un poco festiva», con 45 ayuntamientos de los cuales «alguno se enteró ese día que tenía un oso». Frente a ello, ha pedido «sentarse con los que verdaderamente estamos afectados por la convivencia con el oso» y dejar fuera a aquellos que pueden tener alguno que «no interfiere en la vida de los vecinos para nada».
Además, ha reivindicado que «el mantenimiento de las especies protegidas no puede recaer sobre el territorio, tiene que recaer sobre todos», y ha pedido «compensaciones» a para los lugares que comprometen su día a día, sus inversiones y carga burocrática en la conservación de estos animales.