La compra de uva por debajo de costes provocará pérdidas de 124 millones a los viticultores extremeños
MÉRIDA, 17
La Unión de Extremadura ha calculado en 124 millones de euros las pérdidas que sumarán los viticultores en la presente campaña por el bajo precio al que se les está comprando sus cosechas, que se sitúa por debajo incluso de los costes de producción.
El secretario técnico de la organización agraria, Luis Cortés, ha mostrado en una rueda de prensa un contrato realizado por una bodega de la región a un viticultor por el que el kilo de uva se está pagando a 14 céntimos, cuando calculan que el coste de producción asciende a 40 céntimos de euros.
Esta situación se produce, ha explicado, por debido al acuerdo «ilegal» al que asegura que han llegado los industriales para comprar la uva a bajos precios.
Sin embargo, a pesar de tratarse de una práctica ilícita, asegura que no pueden denunciarlo porque la Ley de la Cadena Alimentaria no está aún en vigor mientras no se habilite el registro de contratos, de modo que «pueden pagar por debajo del coste que no les pasa absolutamente nada».
Por otro lado, ha añadido que la Junta de Extremadura no ha hecho públicos los costes de producción elaborados por el observatorio de precios. Unos costes que sí han publicado en otras zonas de producción, como en la Denominación de Origen Rioja, que lo han estimado en 58 céntimos.
Unas pérdidas que afectarán principalmente a una comarca, como es la de Tierra de Barros, que se verá asimismo afectada por cosecha de la aceituna, que ha asegurado que no se va a coger «ni una aceituna» en toda la campaña, ni para mesa ni para aceite, debido a las condiciones climatológicas. «Prevemos un auténtico desastre económico para Tierra de Barros este año».
SIN AGUA PARA NUEVOS REGADÍOS
Por otro lado, Cortés ha pedido a la Junta que se replantee seguir adelante con los proyectos de nuevos regadíos debido a la escasez de agua en los pantanos, que ya han dejado 40.000 hectáreas sin regar este año y que se prevé un «auténtico desastre» para la del próximo año.
Así, ha pedido al gobierno extremeño que escuche unas declaraciones del secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, en las que aboga por disminuir la superficie de regadío y recortar las concesiones de explotación hídrica.
En este sentido, reclama a la Junta que realice un estudio «realista» sobre las disposiciones de agua para riego antes de seguir adelante con las expropiaciones, pues considera que se está empujando a los agricultores a realizar «inversiones millonarias» sin tener «la certeza de que efectivamente se van a poder regar las tierras afectadas».
Un «derroche» de fondos públicos y de inversiones de los propios agricultores que considera que el Ejecutivo regional mantiene adelante por «razones políticas», dado que el próximo año se celebrarán elecciones autonómicas.
«Vamos a dejar de hacer el imbécil porque estamos derrochando fondos públicos para ir a unas elecciones con una fantasía», en relación al proyecto de Tierra de Barros, cuando «la realidad es que no hay agua» para nuevos regadíos, y que hay que ahorrar en los que ya hay.
Cortés va más allá, y señala que la situación climática actual obliga a poner sobre la mesa medidas para intentar paliar sus efectos adversos, o de lo contrario la región se puede encontrar el próximo año con una situación de «sequía total» en sus regadíos.