La coalición traspasa su sede en Nínive al Gobierno de Irak en el marco de su repliegue en el país
Nueva operación contra Estado Islámico en las provincias de Nínive y Saladino
La coalición internacional que encabeza Estados Unidos ha traspasado este lunes su sede en la provincia de Nínive (norte) al Gobierno de Irak, en el marco de su repliegue en el país.
El Mando de Operaciones Conjuntas ha destacado en un comunicado que el acto ha sido celebrado «a raíz de los resultados del diálogo fructífero» entre el Ejecutivo y la coalición.
«El espacio que estaba ocupado por la coalición internacional en un campamento del Mando de Operaciones de Nínive ha sido devuelto a las fuerzas iraquíes tras la retirada de la coalición», ha sostenido.
En este sentido, ha reiterado que este traspaso «va en línea con su compromiso de devolver los espacios ocupados entre bases y campamentos militares de Irak», según ha informado la agencia iraquí de noticias NINA.
Este acto ha tenido lugar un día después de que las fuerzas de Estados Unidos integradas en la coalición se retiraran de una base aérea en Kirkuk (norte), la tercera que abandonan en los últimos diez días.
La base acogía a personal –unos 300 militares– de la coalición desde 2017 y era utilizada por el Servicio Antiterrorista Iraquí y la coalición para lanzar operaciones contra el grupo yihadista en zonas montañosas de la provincia.
Durante la semana pasada, las fuerzas estadounidenses abandonaron la base aérea de Al Qayara, situada en los alrededores de la ciudad iraquí de Mosul y en la que había 800 militares.
La base fue ocupada en 2014 por Estado Islámico y recapturada por las fuerzas iraquíes durante la ofensiva de 2016 contra el grupo yihadista. Desde entonces sirvió como puesto para el lanzamiento de ataques durante las operaciones contra Estado Islámico en Irak.
A ello se suma que las fuerzas estadounidenses abandonaron a mediados de marzo la base de Al Qaim, situada cerca de la frontera con Siria, en lo que el Ejército iraquí describió como un primer paso hacia la salida de la totalidad de sus tropas del país.
La base había sido utilizada por la coalición liderada por Estados Unidos desde 2017 para dar entrenamiento y asesoría a las fuerzas de seguridad iraquíes en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico.
Asimismo, fue utilizada para llevar a cabo operaciones aéreas contra los yihadistas en el que fue su último bastión en Siria, la localidad de Baghuz, de donde fueron finalmente expulsados en marzo de 2019 por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).
NUEVAS OPERACIONES CONTRA ESTADO ISLÁMICO
Por otra parte, las fuerzas de seguridad iraquíes y la coalición han iniciado este mismo lunes una nueva operación contra Estado Islámico en las provincias de Nínive y Saladino.
En este sentido, la Célula de Medios de Seguridad ha asegurado que al menos tres presuntos miembros del grupo yihadista han muerto en una operación en el valle de Al Zarzar, en Saladino.
Asimismo, ha indicado que 24 escondites utilizados por el grupo han sido «destruidos» al este de la localidad de Tuz, en la provincia de Kirkuk, en operaciones conjuntas con las fuerzas de seguridad kurdas.
Estos repliegues y operaciones tienen lugar en un momento de tensión en Irak a causa de la muerte en enero del general Qasem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, en un bombardeo ejecutado por Estados Unidos en Bagdad.
El Parlamento aprobó tras ello una moción exigiendo la retirada de las tropas internacional y el Gobierno suspendió temporalmente la coordinación con la coalición.
Sin embargo, esta coordinación fue retomada varias semanas después para mantener las operaciones contra Estado Islámico, que ha incrementado recientemente sus ataques en el país.