La CNMC revisa las obligaciones de Telefónica en la conectividad para empresas y las centrales de fibra
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha revisado las obligaciones de Telefónica como operador dominante en el campo de la conectividad para empresas y acceso local al por mayor facilitado en una ubicación fija, es decir las centrales desde las que se realizan las conexiones para clientes.
Para el regulador, Telefónica sigue teniendo una posición dominante en el mercado, por lo que conservará la mayor parte de sus obligaciones de replicabilidad de ofertas, líneas alquiladas, acceso indirecto a la banda ancha empresarial y acceso a la infraestructura de obra civil, según ha sido publicado este martes en el BOE.
La CNMC señala que el operador sigue contando con el 70% de cuota de mercado en el segmento de empresas y percibiendo el 61% de los ingresos.
Por ello, deberá seguir prestando su infraestructura a competidores bajo el servicio de banda ancha de alta calidad (NEBA empresas) y el servicio de líneas alquiladas terminales (ORLA).
El exmonopolio cuenta con cinco días para publicar en su web una relación de la oferta de referencia de líneas mayoristas y además tendrá que permitir también el uso de su infraestructura civil para esos fines.
La nueva regulación incluye también una rebaja de precios de las líneas alquiladas con interfaces Ethernet que los operadores podrán solicitar a Telefónica y que asciende al 13,63%.
Por contra, la CNMC ha desregulado su obligación de prestar servicio servicios de líneas alquiladas ni de accesos de altacalidad para la conexión de estaciones base de los operadores móviles.
Así, el operador tampoco tendrá que dar servicio de líneas con velocidades xn64 Kbit/s, 34 y 155 Mbit/s y las líneas de 2 Mbit/s pasan a cobrarse a precios razonables hasta que dejen de prestar este servicio en su negocio minoristas.
La aplicación de esta desregulación se hará tras un periodo transitorio de seis meses. El conjunto de medidas han contado con el informe favorable de la Comisión Europea y el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
El regulador revisará de nuevo el mercado en un plazo de máximo tres años, si bien se reserva la posibilidad de hacerlo antes en caso de que hubiera cambios significativos en el mercado.