La CNMC pide acompañar el despliegue de contadores inteligentes del gas con medidas para un uso eficiente
Sedigas cree que daría «un fuerte impulso» a la digitalización y modernización del sistema gasista español
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) considera que el despliegue de los contadores inteligentes para el gas natural proporcionaría ventajas y beneficios a los consumidores en términos de eficiencia energética, ahorro y seguridad, aunque cree que para su implementación es imprescindible poner en marcha las medidas necesarias para que el consumidor sea capaz de utilizar la información disponible para ahorrar en su consumo.
En su informe sobre el análisis coste-beneficio de la implantación de contadores inteligentes en el suministro de gas natural, el regulador estima que, sin estas medidas, los potenciales ahorros que permiten estos contadores no se producirían.
Asimismo, el organismo destaca que los consumidores más vulnerables, o con menor acceso a las nuevas tecnologías merecen especial atención en este caso.
El análisis coste-beneficio realizado por la CNMC obtiene un resultado positivo si se reemplazan los contadores obsoletos por contadores inteligentes, que habría que sustituir de cualquier modo en los próximos ocho años por haber superado los 20 años de vida útil máxima. Sin embargo, el resultado es negativo cuando se analiza el reemplazo de todos los contadores del parque.
La propuesta del informe fue sometida a trámite de audiencia pública el pasado 29 de julio y su versión final recoge las alegaciones recibidas durante este trámite.
La orden ETU/1283/2017 estableció que la CNMC debía elaborar un estudio sobre la utilización de contadores inteligentes en el suministro de gas natural a consumidores con una presión igual o inferior a 4 bar, así como la ampliación de la obligación de empleo de telemedida en la lectura del consumo de clientes industriales.
Posteriormente, otra orden por la que se regula el control metrológico del Estado de determinados instrumentos de medida, estableció una vida útil máxima de 20 años para los contadores de gas cuyo caudal máximo sea igual o inferior a 25 metros cúbicos por hora (m3/h). Este caudal incluye la práctica totalidad de los contadores de gas en España, entre ellos, los contadores de los consumidores domésticos.
Actualmente, el parque de contadores de gas en España es muy antiguo. De acuerdo con esta orden, será necesario cambiar 5,73 millones de contadores de gas en los próximos ocho años, el 72% del total. Los contadores pueden sustituirse por contadores analógicos similares a los actuales o por contadores inteligentes.
SEDIGAS VALORA EL VISTO BUENO DE LA CNMC.
Por su parte, Sedigas ha valorado la opinión favorable de la CNMC al despliegue de contadores inteligentes y ha subrayado que «impulsaría la digitalización y modernización de la infraestructura gasista en España, así como la penetración de los gases renovables, en línea con el desarrollo alcanzado en países europeos de nuestro entorno».
En un comunicado, la patronal considera que este proceso «daría además un fuerte impulso a la digitalización y modernización del sistema gasista español, en línea con el desarrollo y despliegue de los contadores inteligentes en países europeos de nuestro entorno».
Además, cree este proceso se alinearía con las actuaciones de los reguladores europeos que se han comprometido a fomentar una participación más activa del consumidor en el sector energético.
Adicionalmente, estima la inversión para completar la integración del nuevo equipamiento inteligente servirá para favorecer el desarrollo de nuevas líneas de negocio de software y el crecimiento de la industria de fabricación de equipos y componentes, contribuyendo al empleo, la actividad de la industria local y a la recuperación económica posCovid.
Con el informe preceptivo, y favorable, de la CNMC, Sedigas señala que el Ministerio para la Transición Ecológica debería fijar ahora un precio razonable para el alquiler de los equipos que «permita un adecuado retorno económico para las inversiones que serán necesarias realizar para su despliegue, que podría verse apoyado con fondos Next Generation de la Unión Europea», tal y como sugiere el regulador.