La CNMC alerta de que sólo dispone de 15 personas para supervisar a youtubers e influencers
La presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, Cani Fernández, ha alertado este miércoles al Congreso de que sólo cuenta con una quincena de personas para supervisar los contenidos de influencers y youtubers , una labor que le va a encargar la reforma de la Ley General Audiovisual.
«La situación es dramática en el área audiovisual, vamos a ver cómo lo hacemos», ha manifestado durante su comparecencia ante la Comisión para la auditoría de la calidad democrática de la Cámara Baja, ante la que ha reclamado reformas para mejorar su autonomía organizativa y de gestión y aumentar así sus recursos.
Los youtubers e influencers han protagonizado estos días una polémica sobre su fiscalidad y su traslado a Andorra para pagar menos impuestos. Pero además de su control por parte de la Agencia Tributaria, la nueva Ley General de comunicación Audiovisual prevé encargar a la CNMC la supervisión de los contenidos de estos canales, ya que es el órgano responsable del correcto funcionamiento del mercado audiovisual.
Cani Fernández ha recordado que el macrosupervisor es fruto de una fusión de organismos ya existentes y nuevos, de la que la CNMC salió «infradotada», perdiendo un 10% de su plantilla entonces, sin que se hayan previsto puestos adicionales acordes a las «considerables» funciones que se le han venido otorgando.
Esa escasez de personal se ve en lo relativo al mercado audiovisual, pero también ha citado el caso de la cobertura de una vacante en su inspección, llegando a tardar un año en recibir la autorización de la Comisión Interministerial de Retribuciones –formada por los ministerios de Hacienda y Función Pública– para que pudiera ser ocupada por un funcionario del cuerpo de Farmacéuticos, con el fin de investigar en plena pandemia posibles actuaciones de precios excesivos.
PRESUPUESTO DE UN ENTE MINISTERIAL, NO DE UN SUPERVISOR
A su juicio, el régimen presupuestario y de recursos humanos que le otorga su estatuto «es más propio de una entidad adscrita a un Ministerio que una autoridad independiente», lo que ha impedido crear áreas nuevas, como una específica para las energías renovables, o para la economía digital o del dato, así como aprobar las relaciones de puestos de trabajo.
La presidenta de la CNMC ha lamentado estar «lejos del modelo» que considera «óptimo», similar al reconocido para el Banco de España, para su autonomía de gestión, con el fin de poderse adaptar a las nuevas situaciones, y agilizar su funcionamiento interno.