La CIJ otorga a Somalia la mayor parte de la zona marítima reclamada por Kenia
Dictamina que «no había un límite marítimo acordado» y traza una nueva frontera cerca de la reclamada por Mogadiscio
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ha otorgado este martes a Somalia la mayor parte de la zona marítima reclamada por Kenia en la disputa entre ambos países en torno a su frontera marítima, al tiempo que ha dictaminado que «no había un límite marítimo acordado» y ha trazado una nueva frontera cerca de la reclamada por Mogadiscio.
No obstante, Kenia ha mantenido una parte del área disputada, 38.000 millas cuadradas (unos 98 kilómetros cuadrados) de los más de 100.000 que estaban en disputa.
El CIJ, cuyo fallo es definitivo, ha dictaminado por unanimidad que el punto de partida del límite marítimo único que delimita las respectivas zonas marítimas entre Somalia y Kenia es la intersección de la línea recta que se extiende desde la última baliza fronteriza permanente (PB29) en ángulo recto con la dirección general de la costa con la línea de bajamar, en el punto con coordenadas 1° 39 44,0″ S y 41° 33 34,4″ (Punto A), según el sistema geodésico de coordenadas WGS 84.
Así, diez jueces contra cuatro han acordado que desde el final de la frontera en el mar territorial, el Punto A, la frontera marítima única delimita la zona económica exclusiva y la plataforma continental hasta 200 millas náuticas (370 kilómetros) entre Somalia y Kenia.
El tribunal, que ha pedido a las partes disolver su disputa de forma amistosa, ha rechazado el argumento de Kenia sobre la frontera existente con Somalia paralela a la línea de latitud.
El Gobierno de Kenia anunció el viernes que no reconocería el fallo de la CIJ. En un comunicado, explicó que Nairobi «retiró su reconocimiento al tribunal el 24 de septiembre» y agregó que «como estado soberano, no está ya sujeto a un tribunal internacional sin su consentimiento expreso».
«Kenia reconoce y ha indicado de forma consistente que el veredicto del tribunal, en el sentido que sea, tendrá unas profundas ramificaciones a nivel de seguridad, política, sociedad y economía en la región y más allá», resaltó.
Por otra parte, hizo hincapié en que «los kenianos pueden tener garantías de que el Gobierno está totalmente al tanto de este asunto». «Por ello, los kenianos deben permanecer en calma tanto antes como después del veredicto», zanjó.
El conflicto en sí afecta más de 100.000 kilómetros cuadrados de superficie marina en el océano Índico, y además su dominio está más cotizado si se tiene en cuenta que podría ser un área rica en hidrocarburos.
El año pasado el juicio se pospuso tres veces ya que Kenia planteó una serie de cuestiones, incluido el cambio de Consejo. Además, desde la nación keniana se ha presionado para llegar a un acuerdo extrajudicial, algo que desde Mogadiscio no han aceptado y han querido agotar la vía de la CIJ.