La Casa Rosales de Santander entra en la Lista Roja del Patrimonio por «abandono y peligro» de su estructura
La Casa Rosales de Cueto, en Santander, del siglo XX, propiedad del Ayuntamiento y sin protección específica, ha entrado en la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra por el «abandono y peligro» de su estructura.
Así lo ha anunciado la asociación en su cuenta de X, cuyo objetivo es la defensa, salvaguarda y puesta en valor del patrimonio cultural y natural español.
Según ha explicado, la situación actual de la casa, «abandonada e invadida por una frondosa hiedra y un arbolado descontrolado», hace «peligrar» su estructura.
Se trata de una casa familiar con jardín, de estilo ecléctico, moderno y muy funcional, que tiene una volumetría compleja, adaptada al lugar, a la funcionalidad y al paisaje, y cuyo proyecto es cercano a las propuestas europeas de ese momento.
HISTORIA
La Casa Rosales o Finca Mataleña está situada en Cueto, en el sitio que llaman Cierro de la Punta y Joyos Pájaros entre Cabo Menor y Cabo Mayor, en mitad de la curva este del desaparecido hipódromo de Bellavista.
Se construyó en 1934 según planos del prestigioso arquitecto Valentín Ramón Lavín Casalís, por encargo de la Compañía General de Tabacos de Filipinas para residencia familiar de su director general, José Rosales Gutiérrez de Bustillo.
En 1937 fue incautada por el Consejo Interprovincial de Santander, Palencia y Burgos, y cedida al Lendakari Aguirre y varios miembros de su Gobierno que fueron acogidos en Santander, tras la caída de Bilbao y donde permanecieron hasta el 26 de agosto.
Tras la guerra, Rosales recuperó la casa, disfrutando de ella con su familia hasta su muerte en 1950. La heredaron sus hijos, que en 1955 la vendieron a Teresa Pérez Sanjurjo y, a su muerte, en 1999 pasó a sus sobrinos de apellido Montojo Pérez, que a su vez la vendieron en el año 2000 a la empresa inmobiliaria Fuentellata.
En 2010 se llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento, pasando a su propiedad y condicionado a la aprobación de un convenio de aprovechamiento urbanístico contemplado en el Plan General de Ordenación Urbana de 2012, anulado por sentencia del Tribunal Supremo de 2016, iniciándose entonces un proceso de expropiación que finalizó en 2022.
En el Pleno municipal del 24 de noviembre de 2022,se aprobó por unanimidad la propuesta del PRC para su rehabilitación y convocatoria de un concurso de ideas.
El PRC LAMENTA QUE IGUAL «DEJE CAER» LA CASA
En nota de prensa, el secretario general y portavoz municipal del PRC Santander, Felipe Piña, ha lamentado que la alcaldesa de Santander, Gema Igual (PP), «vaya a dejar caer la Casa Rosales» en su «obsesión por destruir el patrimonio de Santander».
Piña ha responsabilizado a la regidora de esta situación por su «absoluto desprecio» a la historia de la ciudad. Para el regionalista, la inclusión de la Casa Rosales en la Lista Roja es un «claro reflejo del fracaso de las políticas de protección y preservación del patrimonio de la alcaldesa» y una «falta de respeto» a los santanderinos y su historia.
En su opinión, la pasividad de los populares ante la «dramática situación» de la Casa Rosales, que cuenta con un «innegable valor» arquitectónico e histórico, «refleja su predisposición a aniquilar cualquier elemento que represente la distinción cultural de la ciudad».
Piña ha recordado que hace cuatro meses, y ante la «reiterada inacción» del equipo de Gobierno, los regionalistas propusieron convertir este espacio en el centro de visitantes del Geoparque Costa Quebrada. Sin embargo, la iniciativa fue rechazada.
Asimismo, ha destacado que tras la inclusión de Casa Rosales ya son tres los elementos incluidos en la Lista Roja de Hispania Nostra, en la que también se encuentra el castillo de Corbanera de Monte por el «desolador» aspecto que presenta, con edificaciones construidas dentro del recinto o adosadas a las murallas; y el convento de Santa Cruz, por su «degradación progresiva interior y exterior».
Además, los regionalistas han señalado que otro elemento fue retirado del listado, «aunque no por la acción del Ayuntamiento», sino gracias a la iniciativa de la Red de Patrimonio Industrial de Cantabria.
En concreto, se ha referido a la rehabilitación de la Draga Priestman 3, que en mayo de 2024 fue colocada en el municipio de Villaescusa, tras la «total inacción» del equipo de Gobierno santanderino por tratar de conservar en la ciudad uno de los «últimos vestigios de la industrialización de la ciudad y testigo mudo de la catástrofe del Machichaco».