La campaña llega al ecuador con tres candidatos a la victoria y sin pactos claros

Independentismo y constitucionalismo suben el tono de las críticas y complican la formación de un Govern

BARCELONA, 5

La campaña de las elecciones catalanas del 14 de febrero ha llegado este viernes a su ecuador con ERC, PSC y Junts como candidatos a la victoria en una pugna que se prevé igualada hasta el mismo día de los comicios, y con la incógnita de qué pactos postelectorales pueden haber, ya que los vetos cruzados dificultan posibles alianzas para formar un Govern.

Las encuestas de las últimas semanas vaticinan un triple empate técnico entre las candidaturas de Pere Aragonès, Salvador Illa y Laura Borràs, además de augurar que todavía hay una parte importante del electorado indeciso y que habrá una alta abstención, que está por ver si a que formación acaba afectando más.

Algunos de estos sondeos han situado al candidato socialista, Salvador Illa, como el vencedor de los comicios y han arrastrado sobre él el foco de las críticas del resto de partidos, y el socialista ha salido al paso asegurando que no quiere entrar en la bronca política, y que apuesta por superar «la década perdida de desgobierno independentista y recoser Cataluña» apostando por el diálogo dentro de la ley y sin reprochar a nadie lo sucedido en el pasado.

ERC, ganador en otras encuestas, ha buscado polarizar con el PSC sin entrar mucho en el cuerpo a cuerpo con Junts y ha erigido una Presidencia de la Generalitat republicana con Pere Aragonès al frente como la alternativa para acabar con «40 años de sociovergencia» y como la única posibilidad de unir en un Govern a las fuerzas que defienden la autodeterminación y la amnistía, además de garantizar una reconstrucción tras la pandemia de izquierdas y decidida desde Cataluña.

La tercera en disputa, la candidata de Junts a la Presidencia, Laura Borràs, ha garantizado que una victoria de su partido servirá para avanzar hacia la república catalana, con un plan que pasa por reactivar la declaración unilateral si las fuerzas independentistas superan el 50% de los votos, sin ahorrar críticas a la estrategia de ERC y a lo que representan Illa y el PSC.

COMUNS Y CUP

Desde los comuns, Jéssica Albiach, ha defendido un cambio del «desgobierno» actual que, para ella, pasa por un gobierno de izquierdas y, sin querer adelantar fórmulas, ha descartado la propuesta de ERC de un frente amplio –con Junts, CUP, comuns y PDeCAT– y ha rechazado de plano llegar a un acuerdo con la formación de Borràs, a la que acusa de incluir en sus listas a personas excluyentes.

Pese a que la CUP ha rechazado gobernar con ERC y Junts si repiten la misma gestión de la última legislatura, Dolors Sabater ha apelado a la unidad del independentismo para trazar una hoja de ruta consensuada que permita celebrar un referéndum antes de 2025, y se ha reivindicado como el «voto útil» que lograría forzar un Govern independentista y de izquierdas para poder avanzar en la autodeterminación y los derechos sociales.

DUELO ENTRE CS Y PP

Por parte de Cs, Carlos Carrizosa ha llamado a concentrar el voto constitucionalista en el partido naranja para evitar «alargar el procés» con otro gobierno independentista o un tripartito del PSC, ERC y los comuns, y a la vez ha tendido la mano a los socialistas para formar gobierno dejando entrever que podría contar con PP y Vox para alianzas postelectorales.

El PP se está reivindicando como el centroderecha moderado: ante el mano a mano con Vox en las encuestas, su candidato, Alejandro Fernández, insiste en equiparar populismo y nacionalismo, y ha asegurado que optar por Cs es «desperdiciar» el voto, a la vez que advierte de que el PSC de Salvador Illa formará un tripartito con ERC y los comuns, según él.

Sin tener asegurada su representación en el Parlament, Àngels Chacón (PDeCAT) ha centrado su campaña en diferenciarse de Junts y ERC: huye de la estrategia de «confrontación permanente» de los primeros y se marca como objetivo eliminar el impuesto de sucesiones, al contrario que los republicanos, y además ha asegurado que no investirá un Govern formado por partidos que avalaron el 155 o en el que esté la CUP.

LOS PRESOS ENTRAN EN ESCENA

En esta primera semana de campaña los candidatos a la Generalitat han compartido protagonismo con los presos del 1-O, que salieron de la cárcel con el tercer grado el día antes de comenzar la campaña, y con líderes estatales, que han visitado Cataluña con asiduidad.

Aprovechando el tercer grado, ERC ha situado a su líder, Oriol Junqueras, como revulsivo y cabeza de cartel de los principales mítines apelando a un «efecto Junqueras» que frene el efecto Illa , mientras que el resto de presos republicanos y de Junts han tenido un papel más secundario, aunque han participado en actos, ya que el protagonismo lo ha centrado Carles Puigdemont desde Bélgica.

Precisamente todos los presos soberanistas participaron el lunes en un acto conjunto organizado por Òmnium a favor de la amnistía, en la que ha sido la única imagen de unidad del independentismo en esta campaña.

LÍDERES ESTATALES Y MINISTROS

El PSC ha sido el partido que más ha explotado la presencia de dirigentes estatales: el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha participado en dos actos de los socialistas para alertar de que la campaña se está convirtiendo en un Todos conra Illa porque según el presidente le ven vencedor, y prevé asistir a tres más antes del 14F; y en esta primera semana ha sido frecuente la visita de ministros como las vicepresidentas, Carmen Calvo, Teresa Ribera y Reyes Maroto y Pedro Duque, junto a otros líderes socialistas del resto de España.

También el PP ha confiado en su líder, Pablo Casado, que ha visitado Catalunya cuatro días, con la incógnita de conocer el alcance de la confesión del extesorero Luis Bárcenas y la incidencia en la candidatura de Fernández del juicio por la caja B de la semana que viene.

Por su parte, la líder de Cs, Inés Arrimadas, ha protagonizado actos prácticamente cada día de campaña y en los comuns, los ministros Manuel Castells e Irene Montero han respaldado Albiach, y el vicepresidente del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, lo hará en los próximos días junto a la alcaldesa de Barcelona, que ha arropado a la candidata durante los primeros compases de la campaña.

CAMPAÑA ATÍPICA

Las restricciones y las medidas de seguridad por el coronavirus están dejando una campaña atípica, lejos de las habituales imágenes de mítines multitudinarios y candidatos buscando la cercanía de la gente.

Como era previsible los actos telemáticos han sido una tónica habitual en los primeros días de campaña y algunos de partidos han combinado el formato virtual con actos presenciales con limitación de aforo, otros los han hecho todos virtuales y Junts y ERC –los dos socios del Govern– son los que más han apostado por la presencialidad desplegando actos por toda Cataluña.

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