La cadena de valor del gran consumo exige ser considerada «esencial» en el nuevo plan de vacunación
Apuesta por la colaboración público-privada para liberar de presión asistencial a los servicios de salud y agilizar la vacunación
La cadena de valor del gran consumo, que está integrada por las organizaciones Aces, Aecoc, Anged, Asedas, Cooperativas Agro-Alimentarias y Fiab, ha reivindicado su carácter esencial en el plan de vacunación nacional, al tiempo que ha presentado al Gobierno su modelo de colaboración con la sanidad pública para acelerar este proceso, ahora que el suministro masivo de vacunas parece estar garantizado.
En concreto, el sector, en un contexto de escasez de vacunas, ha recordado que fue paciente al entender que se priorizara a otros colectivos en función de criterios de riesgo o de edad, pero considera que tras el anuncio de Pedro Sánchez de la llegada de 38 millones de vacunas en este trimestre, es el momento de proteger a los cerca de 2,3 millones de trabajadores (sector primario, industria y distribución) que han sido «esenciales» durante el confinamiento y las restricciones por el coronavirus.
El director general de Aecoc, José María Bonmatí, ha explicado que ahora es «el momento de poner más presión» para la ejecución del plan de vacunación para el sector, porque ahora hay vacunas suficientes y «nadie se va a quedar sin ellas». «Pero hay que hacerlo con orden para que se haga con rapidez, porque se trata de trabajadores esenciales», ha reiterado.
De esta forma, la cadena de valor del gran consumo reitera que es «imprescindible» que en el nuevo calendario de vacunación que está diseñando el Gobierno, se considere su «carácter esencial», así como la presencialidad que obligatoriamente exigen buena parte de estos empleos, en especial en la distribución, para adelantar el proceso de inmunización.
El director general de Asedas, Ignacio García Magarzo, ha recordado que estos trabajadores han actuado durante la crisis de una «forma ejemplar» y han convertido las tiendas en «lugares seguros». «Son esenciales y sea cual sea el futuro de la pandemia, la cadena agroalimentaria va a tener que seguir funcionando, además son trabajadores presenciales, porque van a seguir estando ahí», ha indicado.
De esta forma, la distribución pide que una vez que se ha terminado de vacunar a los colectivos más vulnerables es el momento de hacerlo a los trabajadores de la cadena agroalimentaria en un proceso que sea «rápido y ágil».
Por su parte, el director general de Anged, Javier Millán-Astray, ha abogado porque exista una colaboración público-privada en este proceso de vacunación para conseguir una «mayor agilidad», poniendo a disposición del sistema de salud público todos los medios disponibles.
PLAN DE VACUNACIÓN PARA EL SECTOR
De esta forma, la cadena de valor del gran consumo ha presentado, tanto al Gobierno como a las comunidades autónomas, su plan de apoyo para la administración de las vacunas por varias vías como la vacunación a través de las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social, a través de los servicios sanitarios de las propias empresas y la contratación voluntaria de los medios externos necesarios para vacunar a sus empleados.
Las asociaciones han recordado durante la rueda de prensa que buena parte de las compañías del sector cuentan con un gran número de centros repartidos por todo el territorio para poder vacunar y que también las cooperativas agro-alimentarias pueden contribuir a dotar al plan de la capilaridad necesaria para que ningún colectivo o zona quede relegada en el plan de vacunación.
De esta forma, consideran que el papel de las empresas es «vital» para sumar recursos al sistema público de cara a salvaguardar la salud del mayor número posible de personas y evitar costes innecesarios que permitan avanzar en recuperación social y económica del país, siempre bajo la tutela de las administraciones que gestionan el plan de vacunación.
Por su parte, el presidente de Aces, Aurelio del Pino, reitera que este plan de vacunación se debe llevar a cabo con una «estrecha colaboración con las empresas». «Es fundamental esa colaboración y la disposición de las compañías para hacerlo de forma coordinada es total», ha recalcado.
De esta forma, se podrá adaptarla a las circunstancias de los distintos centros de trabajo y gestionar adecuadamente las posibles bajas e incidencias de cara a poder mantener y garantizar el buen servicio al consumidor y al conjunto de la sociedad.