La Asociación de Diplomáticos pide a Albares criterios objetivos y transparencia en la designación de embajadores


Reclama al ministro la aprobación «sin mayores dilaciones» del Reglamento de la Carrera Diplomática

La Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE), mayoritaria entre los miembros de la Carrera Diplomática, ha reclamado al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, «criterios objetivos» y una mayor transparencia en el proceso de selección de los embajadores ante las críticas y la frustración generada por la forma en la que se han venido produciendo estos nombramientos en los últimos años.

En una carta remitida este jueves al ministro, adelantada por ABC y a la que ha tenido acceso Europa Press, la ADE esgrime que «el proceso de publicación de vacantes y de selección de candidatos debe ser previsible y transparente, con cumplimiento de plazos predeterminados, y que debe considerar, conforme a criterios objetivos y no arbitrarios, las peticiones de los candidatos, priorizando quienes presenten un perfil más adecuado para cada una de las vacantes».

Cada año se hace pública una lista de las embajadas en las que se va a proceder al relevo del jefe de misión y que entre los diplomáticos se conoce como embabombo , a las que los interesados pueden presentar su candidatura, siendo el ministro en último término el que decide quién va a cada destino.

Al margen de ello, el ministro se reserva con un asterisco aquellas plazas que no quiere que se decidan por este método al tratarse de destinos especialmente sensibles o importantes, una práctica que los diplomáticos han denunciado que es cada vez más frecuente.

A juicio de la ADE, «el proceso de selección que se viene aplicando en estos últimos años está lastrado por la inexistencia de un reglamento actualizado que lo regule detalladamente», como hay en otros servicios exteriores, como el Servicio Europeo de Acción Exterior.

FALTAN NORMAS PRECISAS

Así, afean que no hay «normas precisas en vigor sobre clasificación de las categorías de las misiones diplomáticas, duración previsible del desempeño del puesto, méritos concretos a evaluar para cada una de ellas».

Tampoco está establecido el «relieve que se da al desempeño previo de puestos directivos en el Ministerio» a la hora de optar a un puesto ni el «procedimiento de consulta y participación de los principales responsables del Ministerio en el proceso de selección de candidatos, elaboración de ternas de candidatos, o la realización de entrevistas para su selección, entre otros aspectos».

Por otra parte, la ADE valora positivamente que el proyecto de ley de la Función Pública de la Administración del Estado «se proponga incentivar el talento interno y garantizar la carrera profesional» de los funcionarios y que se establezca que uno de los derechos individuales del personal público «es la progresión en la carrera profesional y también la promoción interna, según los principios de igualdad, mérito y capacidad».

En este sentido, recuerdan a Albares, como responsable que es de los nombramientos conforme a la Ley de Acción Exterior de 2014, «la importancia de que estos principios se respeten plenamente también en nuestro ámbito profesional, porque son básicos para la existencia de una buena Administración pública regida profesionalmente y con recursos adecuados para prestar el mejor servicio a la sociedad española».

NECESIDAD DE UN REGLAMENTO

Sin entrar a comentar «la valía profesional de los candidatos seleccionados para la convocatoria de este año», desde la ADE sí que han querido resaltar que las «críticas al desarrollo de este proceso y el sentimiento de frustración personal y profesional» entre algunos de sus asociados ante la falta de una «valoración objetiva de sus méritos no serían tales si existiera un procedimiento más reglado que el que existe en la actualidad».

En concreto, llaman la atención sobre el hecho de que «un gran número» de quienes han ocupado el puesto de subdirector general están viendo «año tras año» cómo no son tenidos en cuenta para ser designados jefes de misión pese a que «deberían ser, por la experiencia acumulada y tras una valoración objetiva del trabajo realizado, candidatos idóneos para proseguir su carrera sirviendo al Estado desde la responsabilidad de embajador».

«Para la ADE es muy importante que los funcionarios diplomáticos podamos desempeñar nuestra carrera en un ambiente laboral que incentive, motive y favorezca el cumplimiento de las funciones que se nos adscriben», explica en la carta la Junta Directiva que encabeza ahora Alberto Virella.

Por ello, insisten a Albares en la necesidad de que «se apruebe el Reglamento de la Carrera sin mayores dilaciones, dado que su proyecto es conforme con el marco normativo vigente». «Ello, sin duda, irá en beneficio de nuestro desempeño profesional y del servicio a los ciudadanos», concluyen.

El Ministerio tiene pendiente la aprobación del nuevo Reglamento de la Carrera Diplomática desde que en 2017 el Tribunal Supremo anuló el anterior aprobado durante el Gobierno de Mariano Rajoy al entender que no había sido sometido a negociación colectiva.

La antecesora de Albares, Arancha González Laya, ya sometió a consulta pública el nuevo texto en noviembre de 2020 y el procedimiento siguió su curso con el nuevo titular. El texto cuenta ya con el aval del Consejo de Estado desde antes de las elecciones del 23 de julio de 2023, pero aún no ha sido llevado al Consejo de Ministros para su aprobación. Fuentes de Exteriores dijeron a Europa Press el pasado diciembre que el texto está dentro del plan legislativo del Gobierno pero no dieron plazos para su visto bueno final.

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