La Asamblea reduce de 22 a 18 días sin sueldo la sanción al diputado de Más Madrid que simuló disparar en Pleno
La Mesa de la Asamblea de Madrid ha reducido de 22 a 18 días sin sueldo la sanción al diputado de Más Madrid Pablo Padilla que simuló disparar en el hemiciclo mientras hablaba la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Así lo ha acordado en su reunión de este viernes en el que han visto el escrito de inconsideración presentado por el parlamentario de Más Madrid tras plantear la instructora del caso, Mercedes Zarzalejo (PP), la sanción inicial por los hechos acontecidos el 23 de mayo en el Pleno.
La Asamblea abría este proceso sancionador el 31 de mayo después de que Vox presentara un escrito haciendo alusión al vídeo que se hizo viral en redes en el que se veía el gesto de Padilla. El PP le acusó de «amenazar» a Ayuso, mientras que él se defendió asegurando que representaba a «los francotiradores israelíes matando 14.000 niños». El consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García Martín, aseguraba directamente que no podía «seguir ni un minuto más» como parlamentario.
LA INVESTIGACIÓN
En el escrito original, la diputada del PP encargada de la investigación describe cómo Padilla desde su asiento «realizó una serie de gestos, posicionando sus manos una sobre otra, extendiendo sus brazos y apuntando con los dedos índice y medio –con los que parece representar una pistola–, simulando dirigir y disparar contra la bancada en la que se encuentran situados la presidenta y los miembros del Consejo de Gobierno» para luego realizar un «movimiento brusco con la cabeza» con el que parecía representar «a quien es abatido por el impacto de una bala».
La instructora recoge, además, que la «antesala» del hecho por el que se ha investigado a Padilla fue el discurso de Ayuso en el que estaba diciendo: «y me hablan de la convivencia ustedes, que quieren arrasar con el Estado de Israel. Ayer decía su vicepresidenta: Desde el río hasta el mar que es un mensaje criminal, despreciando a la comunidad judía que vive en Madrid».
También destaca el testimonio de «determinados diputados» que se sitúan «frente al escaño ocupado por el señor diputado inculpado» coinciden en tres aspectos: que observaron los gestos, que corresponden los hechos con las imágenes que se hicieron virales en redes y medios de comunicación y que el disparo «se dirigía a los miembros del Consejo de Gobierno y , concretamente, a la presidenta de la Comunidad de Madrid».
Asegura la instructora que queda «acreditado» que lo ocurrido no fue un hecho «desapercibido en el interior de la Cámara como alega» Padilla sino de «entidad notoria en aquella sesión plenaria» y con «repercusión a través de los medios de información».
Rechaza además uno de los argumentos esgrimidos en su momento por Más Madrid, que el uso de los móviles para grabar dentro del hemiciclo –origen de la prueba que desata el proceso– iría en contra de «respetar el orden en el recinto parlamentario ya colaborar en el correcto curso de los debates».
De hecho, responde asegurando que los testimonios recabados señalan que es «habitual y reiterado» que sea el propio Padilla quien haga «gestos, comentarios o acciones similares» en sesiones anteriores del Pleno que «afecta al normal desarrollo» de los mismos –de hecho recoge en el texto como el propio presidente de la Asamblea, Enrique Ossorio, llamó la atención al diputado antes del gesto–.
«Los hechos acaecidos en la sesión plenaria del 23 de mayo de 2024 no parecen aislados, sino que forman parte del comportamiento habitual del diputado inculpado», zanja Zarzalejo.